Todo lo que ha hecho el BBVA para “quedarse” con el Banco Sabadell es un disparate desde el punto de vista financiero. Hablar de fusión entre las dos entidades sin que previamente no se reunieran en secreto los máximos responsables y acordar las valoraciones de intercambios, los tiempos y la forma de hacerlo público, iba en contra de todas las normas establecidas para estos casos.
La única explicación, dando por sentado que tanto
Josep Oliu como
Carlos Torres, atesoran la máxima experiencia financiera como presidentes,
es la intervención política por parte del PNV, por un lado, y de Junts por otro.