El antiguo alcalde socialista de Sevilla, Juan Espadas, se merecía perder las elecciones a la presidencia de la Junta de Andalucía y las perdió, dejando que el PP de Juanma Moreno consiguiera su primera mayoría absoluta. Debía marcharse pero se quedó con la excusa manida de que le gustan los desafios. Su sucesor, el también socialista Antonio Muñoz, se merece perder en el próximo mayo y sería bueno que perdiera.