www.cronicamadrid.com
    29 de marzo de 2024

RAUL HERAS

Empeñados en destruirse como formación política y apoyo de un posible gobierno con el PSOE de Pedro Sánchez, tanto la dirección de Podemos como el difuso universo de Yolanda Díaz, deberían ser conscientes de que si su electorado abandona las urnas, por cansancio de sus enfrentamientos, lo pagarán muy caro a la hora de obtener representación en las instituciones, ya sean Autonomías, Ayuntamientos o el propio Estado.
La permanente campaña electoral de los partidos políticos, con sus correspondientes encuestas electorales semana tras semana, han logrado que España esté prisionera de un grave ataque de nervios de su clase dirigente. Desde Pedro Sánchez a Alberto Nuñez Feijóo pasando por todos los demás todas sus declaraciones y movimientos se basan y se dirigen a las citas con las urnas. Les da igual que se celebren dentro de mes y medio o un año.
Ese “sargento Pimenta” al que Los Beatles convierten en protagonista de su mejor disco sería hoy, si lo trasladamos al mundo de la política, Pablo Iglesias. El dirigente en la sombra de Podemos debería convencer a Ione Belarra, a Irene Montero y al resto de dirigentes del partido que la música que debería sonar en el recibió del Parque del Agua, en Zaragoza, durante este fin de semana es la de la banda de Liverpool.
Los gozos y las sombras de dos comunistas del ayer, que mueren como apóstoles de las derechas, son la mejor necrológica que se puede publicar en esta semana en la que la Familia Real asiste al más eficaz de los sermones religiosos que se le ocurrió a un párroco de 27 años, llamado Luís Lezama en 1963, recien llegado al madrileño pueblo de Chinchón. La Pasión de Cristo interpretada por los vecinos. Las vidas de Fernando Sánchez Dragó y Josep Piqué Camps son dos grandes ejemplos de la España de hoy. Bien estaría que la Princesa de Asturias se interesada por las vidas de los dos como si de una lección de historia se tratara.
Viajar a Pekín para convencer al presidente chino de que es necesario que convenza a Vladimir Putin para que Rusia abandone Ucrania y acepte perder la guerra es tan infantil como intentar que un niño pilote un avión de combate. Pedro Sánchez y Emmanuel Macron lo saben y mienten en sus declaraciones. Von der Leyen no cuenta, es apenas un peón en la partida de ajedrez geopolítico que se juega en Ucrania. Ni Rusia puede perder la guerra, ni China puede dejar que la pierda. Si sucediera, ambos países se desmoronarían.
En quince días todos los madrileños sabremos si la izquierda rota de Más Madrid y Unidas Podemos encuentra un pegamento maravilloso y consigue unir sus pedazos en unas listas únicas a las elecciones autonómicas y municipales o si, por el contrario, los herederos múltiples del ya viejo 15-M han decidido luchar entre si hasta que las urnas decidan quién gana y quién pierde. Sabremos si Mónica Garcia y Rita Maestre, representantes de Yolanda Díaz en la batalla del 28 de mayo, vencen con comodidad a Alejandra Jacinto y Roberto Sotomayor, que tienen la obligación, al menos, de mantener los diez escaños en la Asamblea que consiguió Pablo Iglesias.
Afirmada ante la misma mezcla de minipartidos y organizaciones de origen marxista, la madre gestante del nuevo conglomerado transversal de la política española, toda vestida de blanco como si de una boda clásica y virginal se tratara, nos ha dicho a todos los españoles que quiere ser la primera mujer que ocupe la presidencia del Gobierno, un deseo tan lógico y legal como difícil de conseguir.

La inmensa mayoría de los españoles no lo saben pero el próximo domingo, dos de abril de 2023 va a tener lugar una "cita histórica, que así ha calificado la vicepresidenta segunda del Gobierno su acto de presentación oficial como candidata a la presidencia del Gobierno encabezando las listas de “ Sumar”. Ese día “empieza todo” para Yolanda Díaz, muy lejos o muy cerca, de sus orígenes políticos en el universo gallego de la izquierda comunista. Conviene apuntar la fecha en el calendario de la vida pública: una nueva autocracia habrá comenzado. No la que denunciaba inoportunamente Núñez Feijóo sobre la Cumbre Iberoamericana. Esta es más cercana.

Lo ha vuelto a hacer. El lendakari vasco, Iñigo Urkullu, que mantiene la misma línea que trazaron sus antecesores en el Gobierno, pide más independencia para Euskadi y utiliza a Europa para no tener que pasar por nngún Refreréndum, ni por ningún cambio constitucional. A diferencia de los dirigentes catalanes del independentismo, como Puigdemont o Aragonés, el representante del PNV sabe que el mejor de los caminos es “pasar por encima”, dejar a un lado a España y pedir que Europa se articule en torno a las regiones y territorios con identidad propia.
Cuatro años después de mantener su cara de variados tonos de color, la izquierda española en general, y la madrileña en particular, vuelve a olvidarse de una de las mejores películas de Pedro Almodóvar. Lástima que en el homenaje a Santiago Carrillo, organizado por Comisiones Obreras este fin de semana, no se proyectará el film y se comentara después entre los asistentes, incluida la intervención desde Argentina de Baltasar Garzón.

No ha servido para nada. Los dirigentes de los partido aprovecharon la moción de censura para convertirla en un mitin transversal de cara a las elecciones del 28 de mayo. Intervenciones de más de una hora en las que no se buscaba la respuesta de nadie y sí los mismos ataques que llevan viendo y sufriendo desde hace cuatro años. Ramón Tamames pretendía un milagro pero ya se encargaron desde el inicio tanto Santiago Abascal como Pedro Sánchez que se quedara en eso, en un milagro.

El expresidente del Gobierno ejerce de gran consejero en la sombra, tanto de como de Isabel Díaz Ayuso y José Luís Martínez Almeida. Es el tutor invisible que protege los intereses del partido y los suyos propios. Defender a la presidenta y al alcalde capitalino puede, que sea una cuestión tanto financiera política para los intereses de la derecha española. Incluso las últimas incorporaciones al equipo de Nuñez Feijóo demuestran que el “ granero” de la Administración no tiene fin

Le ha costado pero lo ha hecho. Treinta y dos años después de haber sido derrotado por el socialismo liberal que defendían desde el Gobierno Felipe González y Carlos Solchaga, el que fuera vicepresidente y vicesecretario enteral del PSOE y líder del sector más popularista de su partido, ha reconocido que se equivocó, que sus acusaciones hacia los liberales que querían cambiar el socialismo histórico, eran más producto de su fracaso personal que de una inteligente, meditada y contrastadas realidad política. Sea bienvenido el hijo pródigo al liberalismo reinante.
Con la lluvia gorda de las encuestas semanales cayendo sobre el Gobierno y el socialismo español, las imágenes caribeñas del viejo Santiago acosado por los tiburones, tras conseguir la mayoría pesca de su vida, en nuestra España de hoy la presidencia del Gobierno, hacen que las imágenes literarias de Ernest Hemingway encajen como un guante en la imagen de Pedro Sánchez. España es en estos días y durante todo un año va a ser un Caribe lleno de tiburones hambrientos.
Son los tesoros ocultos tras la Inteligencia Artificial y que anidan entre los circuitos de las súper computadoras como el mejor y más eficaz de los espías. Capaz de tener la información que puede hacer que, con una tecla, se tenga más datos reservados que los que se obtenían con todo un ejército de agentes infiltrados en el enemigo o adversario. El más conocido de todos se encuentra en Barcelona y lo guarda la Generalitat de Cataluña. Se llama “Mare Nostrum “ y es capaz de procesar cuatrillones de datos en segundos.

0,328125