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    28 de marzo de 2024

RAUL HERAS

Si se quiere encontrar el primer rastro de una Critarquía (Gobierno de los jueces) hay que remontarse más de tres mil años y leer lo que de él se dice en el Antiguo Testamento. Ese gobierno de los jueces se daba cuando los políticos se alejaban de la rectitud y el pueblo se ponía a adorar a los becerros de oro. Ahora, hoy, son los cambios legales que quiere aprobar por mayoría absoluta en el Congreso el Gobierno para cambiar la composición de un órgano judicial que deberñia haberse cambiado hace cuatro años.

No es Pablo Iglesias el que aparece en las pesadillas de Pedro Sánchez viéndole pasear por los pasillos del palacio de La Moncloa. Al quien ve el presidente del Gobierno, todas las noches en las que el insomnio le hace imposible el sueño, es a uno de sus antecesores, al que primero ocupó ese edificio mientras nuestra actual Democracia daba sus primeros pasos. El fantasma de Adolfo Suárez le habla sin rencor en la voz, con el mismo gesto cansado con el que apareció en el especial informativo de Televisión Española de las siete y cuarenta minutos de la tarde del 29 de Enero de 1981. Todos los españoles presenciamos su despedida, su renuncia al cargo de presidente del Gobierno.
Le bastaron ocho versos a Antonio Machado para hacer un retrato de España. Hace 110 años de aquella fotografía hecha en palabras de la que nuestra clase política no para de hacer copias. La misma España que muere y mata, y la misma España que bosteza mientras unos pocos insisten en ponerle color de sangre a las dos mitades que, con calculado precisión, buscan helar el corazón de los españoles. Unas palabras y una guitarra que deberían sonar en el Congreso.
Juan Carlos I gana una importante batalla a Corinna pero sigue la guerra entre los dos. El Tribunal de Apelaciones ha dictaminado que no se pueden juzgar los hechos entre 2012/14 pero si los posteriores hasta 2020. La inviolabilidad del Monarca que está recogida en la Constitución. Habrá que esperar a ver cómo los abogados de los dos afrontar las nuevas partidas, en ese ajedrez con dos tableros que unos y otros sabían como iban a transcurrir las partidas.

Inés Arrimadas, la que se dice a sí misma líderesa de Ciudadanos, no gana para sustos. Un día se queda sin representación de su partido en el Parlamento de Andalucía, otro se queda sin representaciuón en la Asamblea madrileña, su formación se parte en dos en Murcia y en Valencia, casi desaparece en Castilla y León y en Cataluña, está a punto de desaparecer en Cantabria y en La Rioja. Un sin vivir, una última ilusión que se deshace. Su escudero le ha abandonado en el campo de batalla.

No son muchos sus votos, ni los escaños que consigue en el Congreso de los Diputados, apenas seis durante los últimos cuarenta años, pero el PNV de hoy, con Iñigo Urkullu y Andoni Ortuzar, al igual qu el de ayer con Xabier Arzalluz y Carlos Garaicoechea, es uno de los partidos indispensables para la estabilidad de España y para muchos de los gobiernos de la Democracia. Son capaces de moverse con enorme rapidez para poner y quitar a presidentes y siempre conseguir unos buenos réditos económicos. Más que cartas lo que utilizan son hojas de cálculo.

De record en record el presidente del Gobierno y Secretario General del PSOE ya está, por aclamción de los 132 representantes de otros tantos partidos socialdemócratas y liberales de todo el mundo, en el cielo político al que no llegaron ni Felipe González, ni José Luís Rodriguez Zapatero. Es el nuevo presidente de la Internacional Socialista, el mayor lobby político que existe en el planeta Tierra.

Con la rabia y la indignación apenas contenidas, Irene Montero consiguió que las lágrimas no aparecieran en su rostro. Sentada en su escaño ministerial en el Congreso de los Diputados la dirigente de Podemos sufrió uno de los más duros ataques personales que se han realizado en la sede de la soberanía nacional. Desde la oposición se pueden criticar con la máxima dureza sus propuestas políticas pero no llevar esos ataques al lado más personal.

La abierta guerra entre Yolanda Díaz y su sustento ideológico, el PCE de siempre, contra el Podemos de Iglesias y compañía responde a la misma y vieja confrontación que tiene el marxismo desde hace más de cien años. Los textos de Marx y Engels dicen una cosa y su aplicación práctica, desde Lenin y Mao al llamado eurocomunismo otra. La delgada línea roja ya la han atravesado ambas varias veces.

Cambiar nueve artículos que aparecían dentro del Título XXII de la Constitución, en su primer Capítulo, ha desatado la gran guerra política entre el PSOE y sus socios, por un lado, y el tripartito de la derecha, por otro. Todo se reduce a cambiar el término sedición por el de desórdenes públicos o, como se articula en Europa en su máxima expresión, el de rebelión. Tras los nombres, lo que aparece son las condenas por atentar contra el Estado.

La amnesia se ha apoderado de la política española. Un grave problema de memoria que afecta sobre todo a ocho partidos y en particular al PSOE. La enfermedad, que se ha hecho visible en estos últimos días, afecta a una cuarta parte del Gabinete de Pedro Sánchez y no ha tardado en contangiar a la mayor parte de los líderes, que se esfuerzan por señalar que el virus proviene de la ministra Irene Montero, al igual que el Covid 19 llegó desde China.

Si algo ha unido a los tres presidentes de Aragón, Castilla la Mancha y Comunidad Valenciana, por encima incluso de sus enfrentamientos con el Partido Popular, ha sido sus críticas constantes a su compañero y Jefe del Gobierno, Pedro Sánchez y al Gabinete de coalición con Unidas Podemos. Han sido como los 3 Mosqueteros del socialismo, dispuestos a mostrar sus diferencias contra el Secretario General del PSOE y complacidos por las lisonjas que les lanzaban, en ese aspecto, desde la dirección del PP, animándolos a la rebelión. Los tres, además, tratan de conseguir los 34 escaños que, en conjunto, consiguió Ciudadanos en 2019.

El lunes 14 de noviembre de 2022 la lluvia fría, menuda, molesta, desagradable invitaba a quedarse en casa, en el despacho profesional o la búsqueda de un buen restaurante en el que cerrar un acuerdo financiero, o demostrar al último amor de la lista secreta, hasta qué punto se conoce el mapa gastronómico más de moda en el Madrid que demuestra cada día su liderazgo nacional. Amantes y mendigos disfrazados mientras en la música y los versos de Aida resuenan en el Teatro Real.

Si tres de las nueve autonomias tienen presidentes socialistas que pueden afrontar con tranquilidad los idus de mayo de 2023, no ocurre lo mismo con el resto. El número de diputados en cada una de los Parlamentos regionales, el número de partidos con representación que los componen y los pactos que serán necesarios ante la imposibilidad de mayorías absolutas hace que las críticas de algunos barones territoriales a la política del Gobierno central se expliquen por sí mismas.

Ganada la moción de censura en junio de 2018, y antes de convocar las elecciones generales a las que se había comprometido, Pedro Sánchez se encontró con de esos regalos políticos que hacen la vida más fácil a quien tiene el poder. En mayo de 2019 nueve autonomías y la mayor parte de los grandes Ayuntamientos pasaron a estar gobernados por la izquierda. Hoy la situación ha cambiado y la Legislatura depende de los resultados en esas joyas del poder.

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