www.cronicamadrid.com
Putin quiere demostrar que ha ganado y Zelensky que no ha perdido
Ampliar

Putin quiere demostrar que ha ganado y Zelensky que no ha perdido

lunes 12 de mayo de 2025, 16:37h
Este jueves, 15 de mayo de 2025, dos dirigentes políticos intentarán vender a sus ciudadanos y al mundo que los dos han ganado y que ninguno ha perdido. Lo cual es una de esas grandes mentiras que aparecen en la historia cuando se tiene que explicar el acuerdo de paz que pone fin a una guerra. Vladimir y Volodomir quieren un imposible, que Putin y Zelensky ganen en el mismo combate. Ya hay un ganador y un perdedor, lo había desde hace once años, pero los dirigentes políticos han preferido que murieran cientos de miles de personas y que un país quede en ruínas.

Desde el 18 de marzo de 2014 se sabía lo que podía pasar tras la ocupación de la península de Crimea por parte de Rusia, rompiendo los acuerdos firmados tras la disolución de la URSS entre 1990 y 1991 y los procesos de quince de las Repúblicas que la formaban. En 2022 se produjeron los levantamentos prorusos del Donbas y la entrada de tropas rusas en esos territorios, que fueron anexionados por la fuerza a la Federación rusa. A partir de ese momento todo lo que ha pasado ha servido para que se gastan miles de millones en armamento por parte de los dos bandos, para que en el conflicto participen de forma directa e directa más países, para que se produzca la mayor crisis energética en Europa desde la II Guerra Mundial y para que los responsables de los gobiernos se empeñen en mantener en el engaño a sus ciudadanos.

En Estambul se sentarán de nuevo Putin y Zelensky, bajo la mirada a larga distancia de Donald Trump. El presidente ruso ni quiere, ni puede perder ninguno de los territorios que ha ganado en el este de Ucrania, ya que reconoceríaun fracaso y dejaría a ese 90% de la población del Donest, que deseaba mayor independencia de Kiev y más acercamiento a Rusia a merced de la voluntad de Volodomir Zelensky y de los que le apoyan, empezando por el cuarteto de países que se han erigido en los portavoces de una Unión Europea y de unos ciudadanos a los que no se les ha consultado para esas decisiones. Putin no va a retroceder y pensar y decir lo contrario es más el deseo de engañar que el de ver y contar la verdad, que no tiene que ser lo deseable, ni lo democrático, pero el mundo globalizado enseña que ninguna de las dos cosas son la base del futuro.

Se pueden alargar las conversaciones, se puede lograr un alto el fuego que permita una paz inestable, se pueden buscar soluciones que terminen en la ONU para seguir discutiendo si son galgos o podencos, pero lo que no va a cambiar es la posición de Rusia sobre los territorios que ya considera suyos. Si no se respeta esa realidad seguirá la guerra, seguirán las muertes, seguirá el incremento de los presupuestos militares y seguirá el gran peligro de una extensión del conflicto a otros países. Se podrá romper la Unión Europea, se fracturará la OTAN y China y Estados Unidos seguirán avanzando en su proceso de dualidad imperial en el mundo, con Europa cada vez más alejada de los grandes ejes de la política global.