El presidente del PP ni quería, ni podía esperar más para cambiar~ la dirección de su partido. Dentro de siete meses comienza un año cargado de procesos electorales que van a decidir su futuro político, que le pueden llevar al palacio de La Moncloa o a tener que dejar que sea otro dirigente el que se encargue de liderar a la derecha española. El evidente desgaste del Gobierno y de los socios parlamentarios que le apoyan juegan a su favor, pero la presencia de Vox a su derecha le complica los resultados electorales y la posible forma de gobernar. Los casos de Francia, Gran Bretaña y Rumania son muy recientes; y lo que ha ocurrido en la elección de Mertz como canciller de Alemania es la mejor prueba de que Europa está cambiando, en la línea que deseaba Donald Trump, por mucho que se le critique al presidente USA. Quería el inquilin de la Casa Blanca más inversión en Defensa por parte de los países europeos y ya la tiene; quería alejar a China del control del canal de Panamá y lo ha conseguido a través del gran fondo de inversión que es Black Rock, quería imponer aranceles y los está poniendo en una negociación empresarial, que está transformado la política.
Núñez Feijóo tendrá que decidir si los cambos son profundos con las personas que le acompañan, como Cuca Gamarra y Miguel Tellado y Elias Bendodo; o dejarlo en cambios de programa y de estrategia de acoso al presidente del Gobierno a través de los casos judiciales y la fitración de conversaciones privadas, que son my parecidas a las que tiene cualquier otro dirigente político, sobre todo si habla de los suyos. Las elecciones en Castilla y León y las de Andalucía se celebrarán, si se cumplen los plazos marcados en la ley electoral, en marzo y junio del año que viene; el resto tendrá que esperar o tal vez no. Continuarán las Legislaturas pero los presidentes de Murcia, Valencia y Madrid, por poner tres ejemplos, pueden convocar elecciones y convertirlas en una suerte de Referéndum sobre su gestión.
De salida, tanto Mañueco como Moreno parten con ventaja en sus respectivos territorios. Deberían ganar sin problemas para luego apoyarse en Vox para gobernar. Las mayorías absolutas están lejos del alcance para el actual presidente de Castilla y León, pero si puede conseguirla el andaluz, con una variante política, en este caso, muy importante: su rival será la actual vicepresidenta primera y titular de Hacienda, María Jesús Montero.
Desde el Partido Popular, al igual que les ocurre al resto de las organizaciones políticas, tanto de carácter estatal como autonómico, dudan respecto a las intenciones de Pedro Sánchez, pese a las insistencia de éste sobre llegar hasta el final de la Legislatura a mediados de 2027. Sea cual sea la intención del actual inquilino de La Moncloa, lo cierto es que con el calendario oficial de 2026 y la percepción por parte de Feijóo de que no está logrando lo que pretende respecto a lograr que el cansancio judicial y mediático termine por derrumbar a Sánchez, será él quien tome la decisión de mostrar a los españoles que tiene un proyecto de país. Y seguro que ese proyecto encaja con la nueva sitiación global de Europa y del mundo tras las actuaciones de Donald Trump, con Ucrania, Gaza, China, Rusia y Marruecos por medio.