www.cronicamadrid.com
    28 de abril de 2024

RAUL HERAS

Sólo hay un ganador que Andalucía, que es Juanma Moreno; los otros cinco que peleaban con él han perdido. Una victoria del PP tan abultada que hace que las puertas de La Moncloa se hayan abierto aún más para Núñez Feijóo. Año y medio por delante, con otro gran susto para los socialistas en el próximo mayo. La cara electoral del PSOE era la de Juan Espadas pero la que han visto en sus papeletas era la de Pedro Sánchez. Una bofetada en la distancia.

No, no se trata del programa estrella que emite Telecinco y que se encuentra en su recta final, con ocho concursantes en busca de los 200.000 euros del premio y de la posibilidad de una carrera televisiva dentro del famoseo hispano. En este concurso político, con edición especial adelantada en las urnas de Andalucía, lo que se juegan los participantes es el ser o no ser de sus futuros en la vida pública. Hasta Elias Bendodo puede convertirse en sosias de Jorge Javier Vázquez.

Hace 40 años el socialista Rafael Escuredo conseguía un record electoral que se mantiene como inalcanzable: 66 escaños en el Parlamento andaluz, la primera y más grande de las cinco citas con las urnas autonómicas en las que el PSOE logró mayorías absolutas. Sin aquella victoria Felipe González no habría conseguido cinco meses más tarde su propia mayoría de 202 diputados en el Congreso.

Si el embajador de España en Argelia fuese aficionado a los toros y le intentara explicar al presidente Abdelmadjid Tebboune quien era Rafael Guerra, lo más seguro es que, tras mostrar la mayor perplejidad en su rostro, le preguntara por las razones misteriosas que le llevaban al representante español a mencionar a un familiar del ex vicepresidente Alfonso Guerra cuando lo que estaba sobre la mesa era la crisis del Sahara.

Ocho hombres cargados de buena voluntad y un pésimo sentido de la historia son los responsables del proceso autodestructivo en el que España lleva instalada desde hace 45 años, sin que se vean soluciones sino más bien empeoramientos

Lo veremos en Andalucia el próximo día 19, domingo y explosionará con toda su intensidad en las municipales y autonómicas de mayo de 2023: el efecto D'Hont. La Ley que establece el reparto de escaños a los partidos políticos tras el recuento de votos emitidos en las urnas favorece claramente a los más votados y castiga a aquellos que no han superado el 5% y que ven como sus "papeletas" se pierden en las orillas del camino hacia el poder.

Suena duro y es muy duro. Demuestra el desastre político que ha tenido lugar en España en los últimos siete años, con una clase dirigente enfrascada en hacer listas de candidatos, culparse de las crisis y ofrecer siempre los mismos remedios: que se quiere el otro que yo lo voy a hacer mejor. Todo comenzó con Mariano Rajoy y todo se mantiene con Pedro Sánchez. Seguirá hasta finales de 2023 o Enero de 2024 sin que se atisbe solución legal -para tanto despropósito.

En diez años la Andalucía de izquierdas dominado políticamente por el PSOE ha pasado a ser la Andalucía de derechas dominado por el PP. ¿ Principal culpable de ese cambio histórico ?: la izquierda política que ha defraudado a la izquierda social. Explicaciones añadidas hay muchas, desde la influencia de las decisiones del gobierno central de la Nación a las imágenes que dan los distintos dirigentes que compiten en las urnas. Del rojo al azul apenas hab´ñia un paso.

Europa se ha llenado de países peones dentro del peligroso juego que están disputando sobre el tablero de Ucrania los presidentes Vladimir Putin y Joe Biden. Cada pieza que se “ comen” influye en el resto y ambos están dispuestos a dar jaque mate al oponente a la menor oportunidad.

Vivimos en directo un nuevo capítulo de una historia que comenzó hace ocho años. La protagonizan dos Reyes, padre e hijo, que recuerdan mucho a otros capítulos de su propio apellido. La Casa Borbón los ha vivido entre la ambición, el miedo, la soberbia, la aceptación popular, los casos de corrupción y una meta común para todos sus membros: la permanencia de la Monarquía como forma de estado en España frente a la memoria de dos Repúblicas.

Tras una crisis financiera ( 2008 ), una crisis epidemiológica ( 2020 ) y una crisis bélica ( 2022 ) en Europa aparece el fantasma de otra crisis mayor, la del hambre. Ursula von der Layen, la presidenta de la Comisión europea, ya tiene culpable, Vladimir Putin, y un escenario, Ucrania. Cientos de miles de millones de euros que se gastan en destrucción y que desembocarán en la ya anunciada crisis del hambre. Una pregunta obligada ante una de las más previsibles consecuencias de la guerra. ¿ Cinismo o ingenuidad ?.

El presidente del PP y su “vicepresidenta” real han decidido usar un invento romano para vencer en las futuras elecciones generales y conquistar el palacio de La Moncloa. Para la nueva etapa de la derecha española les viene a los dos de maravilla. Además, a quién recurrir mejor que a un dios como Jano, creado hace dos mil cien años para que sirviera de referencia a los “nuevos comienzos”.

No se le mueve un músculo del rostro, siempre detrás del Rey o la Reina, “semper fidelis” en un servicio diario y sin descanso hacia la Monarquía. Es el hombre que ha tenido que sentarse a negociar y a hablar de lo que no se podía negociar y menos hablar. No lo pudo hacer con un presidente gallego y es difícil que lo pueda hacer con otro gallego que aspira a conquistar el palacio de La Moncloa. Es una tragedia griego la que se representa convertido en un sainete.

Primero lo reconoció el nuevo presidente del Partido Popular en su aplaudida reunión en Barcelona con lo más selecto del empresariado: “Cataluña es una Nación “. Les deba la razón a Jordi Pujol, a Artur Más, a Carles Puigdemont, a Joaquim Torra y a Pere Aragonés, que vienen diciendo eso mismo desde hace 40 años. Todos ellos se podían haber ahorrado años de cárcel y de exilio. Dos formas de ver la misma historia por parte de dos políticos gallegos.

Le pueden acosar por el espionaje indiscriminado a los dirigentes políticos; le pueden acorralar por los resultados electorales del PSOE en Andalucía y dentro de un año en toda España; le pueden echar en cara mil veces que su Gobierno es una jaula de grillos y que la mitad de sus socios de investidura le han abandonado; y hasta le pueden colocar delante de sus narices las malas cifras económicas de España; nada de todo eso, que es mucho, le va a obligar a convocar elecciones anticipadas. Las 10 razones para resistir hasta enero de 2024 son buenas y más importantes.

0,59375