|
3 de diciembre de 2025
|
En los diez primeros meses de este año, la empresa Indra y los seis principales bancos españoles han aumentado un noventa por ciento su valor medio en Bolsa. Todo un récord de ganancias que tienen a Ana Botín y Angel Escribano como sus claros ganadores. El Santander ya ocupa el segundo lugar en el Ibex 35, tras el, por hasta ahora inabordable, Inditex de Amancio Ortega, con una subida del 103%, seguida en ese porcentaje, pero muy lejos del valor de la entidad cántabra, por el Unicaja que preside José Sevilla. El tercer puesto en esa escalada bursatil lo consigue el BBVA de Carlos Torres, con un 98% pese a la derrota en su OPA sobre el Sabadell de Josep Oliu, la entidad que junto al Bankinter de María Dolores Dancausa, ambos con un setenta y cinco por ciento de aumento sobre lo que aparecía a primeros de año.
Lo que parece evidente siempre merece explicación. Pedro Sánchez ha negociado la amnistía con Carles Puigdemont por la imperiosa necesidad de los siete votos que Junts tiene en el Congreso. Si no fuera así no estaría hablando nadie de la amnistía, ni siquiera ERC, el PNV, Bildu, el BNG o la Cup. El presidente del Gobierno miente por necesidad, al igual que lo hacen la inmensa mayoría de los líderes políticos a lo largo de su vida como tales. Es un hecho, no una crítica moral. Hacen de la necesidad, virtud. Es una de las servidumbres o cualidades que primero aprenden los que hacen de la política su vida. Tiene un precio, a veces muy alto. Los líderes están dispuestos a pagarlo.
El primer ministro de Israel aprovechó unos disparos contra sus soldados y un error en la devolución del cadaver de un secuestrado para volver a bombardear Gaza. No hay paz en la Franja y en Cisjordania cada vez hay más kibutz (colonias agrícolas de judios) acupando más territorio. Netanyahu va a mantener la guerra todo el tiempo que pueda y le dejen para evitar que le juzguen los tribunales de Tel Aviv. La expansión inevitable del Estado de Israel, por mucho que la Comunidad internacional se empeñe en defender la solución de los dos estados en el mismo espacio geográfico, es el deseo mayoritario de un pueblo que no olvida, pese a los siglos trancurridos que Israel era lo que hoy es Palestina, más una parte de Libano, una parte de Jordania, una parte de Siria e incluso una parte de Egipto. El Israel bíblico es la razón de ser, el gran mito de la ultraderecha judia y no va a cambiar.
Los amigos están para ayudar en los problemas, y Donald Trump es amigo de Benjamin Netanyahu. Tan amigo que no dudó ante el Parlamento israelí pedir al presidente Isaac Herzog que lo indultase en los tres juicios que tiene pendiente. Eso, después de llamar al prmera ministro judio “uno de los más grandes líderes en tiempos de guerra, por saber como ganar”. Las acusaciones llevan recorriendo los juzgados desde el año 2016 y han sido numerosas las suspensiones por motivos tan nimios como un constipado y tan importantes como la guerra desatada en Gaza contra Hamas. Sin esa guerra los juicios por soborno, fraude y abuso de confianza se abrían celebrado y Netanyahu podría estar condenado.
Quedan muy lejos los tiempos en los que Isabel Díaz Ayuso, con 25 años, comienza a trabajar en el área de la comunicación con el entonces vicepresidente segundo del Gobierno madrileño. Era el año 2003 y Alfredo Prada, que también era Consejero de Justicia, convence a Esperanza Aguirre de la conveniencia de unir en un mismo espacio físico todos los temas que afectan al día a día de los casos judiciales. Arranca el proyecto de la que será Ciudad de la Justicia, con edificios singulares que llevarán la firma de algunos de los mejores arquitectos del mundo. Hoy, 22 años más tarde, arranca por fin, en la zona de Valdebebas, lo que será el mayor completo judicial del mundo, muy cerca de la Ciudad Deportiva del Real Madrid y del Aeropuerto Adolfo Suárez.
Es imposible no ver la relación que existe entre la situación de Ucrania y la de Gaza. Vladimir Putin y Benjamin Netanyahu se hablan en la distancia. A mayor destrucción y más muertes en Palestina, más destrucción y más muertes en Kiev y otras ciudades del Donest. Al presidente ruso le condenó la Corte Penal Internacional, al Primer Ministro de Israel le condenan en la ONU, pero ninguno de los dos se da por enterado. Tienen fijados sus objetivos y no los van a abandonar. Rusia quiere mantener el territorio conquistado e incorporado a su Federación, que le permite la conexión terrestre con Crimea y la salida cómoda al Mar Negro mientras Israel quiere que su Estado crezca con la incorporación de la franja de Gaza, una gran parte de Cisjordania con nuevas colonias e incluso mirar al sur del Líbano. Expansionismo vital y agresivo en los que Putin y Netanyahu justifican las dos guerras.
El sábado 27, a las seis de la tarde, el juez Peinado informará oficialmente a Begoña Gómez, a Carolina Alvarez y a Francisco Martín de su decisión de que los tres sean juzgados por el delito de malversación por un Jurado Popular, que estará formado por nueve ciudadanos, que serán elegidos mediante sorteo desde la Delegación Provincial en la Oficina del Censo Electoral de Madrid, dentro de una “bolsa” que se crea cada dos años. A las personas seleccionadas se les envía un cuestionario que deben completar y devolver. Los jurados cobrarán 67 euros diarios mientras dure el juicio
Los dos expresidentes del Gobierno vuelven a estar de acuerdo, si primero lo estaban con sus críticas a Pedro y su deseo de que abandonara La Moncloa y el liderazgo del PSOE, ahora lo están en su apoyo sin fisuras al Estado de Israel que tiene de primer ministro de Benjamín Netanyahu. Lo explican mal y de forma cínica como corresponde a dos dirigentes políticos que han demostrado su capacidad para mentir cuando hace falta y para cambiar de amistades cuando han colocado sus intereses personales por delante del de todos los demás.
Está rodeado de la riqueza que se ve y se conoce desde su despacho, al igual que lo vieron y supieron José Bono, José María Barreda, Dolores Cospedal y ahora Emiliano García Page. Hogar que fuera de futuros Reyes para convertirse en zaguán de mulas de tiro, Fuensalida siempre se ha mostrado distante del poder central de Madrid, ya estuvieran al mando tres socialistas y una popular. El poder político sintiendo en su nuca al poder económico y siempre dispuesto a negociar, pactar, ayudar y combatir - que a veces no ha tenido más remedio - con la enorme riqueza de sus vecinos de los montes de Toledo. Tres culturas que fueron una característica de España, antes de que fuera España y que en este siglo XXI se ha convertido en una muralla frente a las otras formas de ver, entender la misma cultura.
El presidente francés, Emmanuelle Macron, tiene graves problemas en su país, pero utiliza a Zelensky para intentar mantenerse en el Eliseo hasta a sus propias elecciones, que serían entre abril y mayo de 2027. El primer ministro de Reino Unido; Starmer, tiene graves problemas en su país, pero utiliza a Zelensky para tapar las medidas más duras en inmigración y derechos sociales. El jefe del Gobierno alemán, Mertz, no encuentra otra salida a la crisisi económica que atenaza a su país que anunciar recortes en los derechos sociales y destinar quinientos ml millones de euros a la industria militar con la excusa de ayudar a Zelensky. A Noruega, con un importante alza de las fuerzas de la ultraderecha, le pasa lo mismo, pese al gasoducto que llega desde el Mar del Norte a Polonia, el gran país emergente en el centro de Europa, tan poco dispuesto a ser amigo de Alemania como de Rusia. Ucrania y Zelensky son la gran excusa de la retrasada Europa para intentar que sus ciudadanos acepten el fin del soñado estado del bienestar.
El otoño llega cargado de citas judiciales y decisiones que marcarán las vidas políticas y privadas de los dirigentes públicos, con Pedro Sánchez y su mujer en primera fila, protagonistas de su propia historia de poder y ambición. A la Ley de Amnistía le espera un último recorrido judicial, primero en España y luego en Europa. Ese “cielo” por el que suspiran Carles Puigdemont y todos los condenados o perseguidos por el Proceso soberanista que se inició en diciembre de 2012 y tuvo su epicentro en el “ Referéndum” de 2017 pueden consolarse viendo “ El cielo puede esperar” la película de 1978 codirigida por Warren Beatty, con su “error divino”· y el cambio de cuerpo para poder regresar a la Tierra. De la tragedia a la comedia apenas hay un paso. Mientras los muy diversos protagonistas recorren el camino de las “togas y las puñetas” la esposa del presidente del Gobierno, muy en contra de su voluntad, ya se ha convertido en un referente eterno, al igual que Lady Macbeth cuando del poder político en España se hable y se estudie en los siguientes cien años.
| | El responsable del oficial y gubernamental Centro de Investigaciones Sociológica, José Felix Tezanos |
Los distintos Gobiernos y todos los partidos les han convertido en una pieza básica de sus estrategias políticas. Cada semana, en algún medio de comunicación, aparece una encuesta sobre lo bueno y lo malo que hacen los políticos. Su fiabilidad es escasa y su metodología, también. No cumplen con su función sociológica por la simple razón deq ue su cometido es otro: a servir de combustible para los incendios políticos. Ahora les toca justificar lo que les han pedido unos y otros: decir que los españoles sabemos quienes son los responsables. Los españoles lo sabemos, sobre todo aquellos que viven en los campos, quien no lo sabe son los llamados consultores.
Cataluña es una herida necrosada que tiene España desde hace tanto tiempo que se le ha olvidado como curarla. Distintos gobiernos, de distintos colores y en muy distintos momentos, han recurrido al mismo tratamiento: echar toneladas de antibiótico monetario sobre la piel abierta. Lo hizo la Monarquía de Alfonso XIII, lo hizo la II República, lo hizo la Dictadura de Franco y lo están repitiendo los dirigentes políticos desde 1977.
Las arenas de Ibiza despiden más calor que las palabras de los políticos, siempre dispuestos al insulto desde la lejanía de sus vacaciones. Es la España oficial, la que escucho y veo cada día. Hoy me quedo con esta otra de la que no hablan los medios de comunicación, de la que nos olvidamos salvo para acusar a sus protagonistas de todos los delitos posibles. A algunos les conozco desde hace años y tienen su propia historia.
En 1945 los 51 países que firmaron la creación de la ONU dejaron que cinco de ellos tuvieran capacidad de veto ante cualquier resolución que se tomara en el Consejo de Seguridad, el principal órgano de ese asambleario instrumento para el mantenimiento de la paz y la seguridad a nivel mundial en el que ahora están 193 países, y que lleva ochenta años empeñados en demostrar que sirve para que todos hablen, quince propongan y cinco decidan. La ONU no tiene una estructura democrática, ni funciona como una auténtica Democracia en la que cada voto contase. Su estructura es elitista y basta con que uno de los cinco: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Gran Bretaña se oponga a lo que ha aprobado el resto para que esos acuerdos se queden en papel mojado. Es una de las mayores mentiras que funcionan en el mundo, tan necesaria como las ilusiones en el teatro o el cine. Si se observa con detenimiento el rostro de su Secretario General actual, el portugués António Guterres, se comprobará que es un simple actor de reparto.
|
|
|