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    3 de diciembre de 2025

Tur Torres

Las cosas del balón proporcionan la mejor de las imágenes a los negocios redondos que toda la vida han hecho los pillos muy pilos de este país. Rubiales jugó al futbol y hoy es un ejecutivo que maneja a su gusto la FEFP. Piqué es un futbolista en activo que ya se comporta como un gran ejecutivo de la nueva economía, esa que se basa en los buenos contactos para lograr que el dinero se multiplique en los bolsillos sin siquiera haberlo puesto.

De susto en susto y casi de milagro en milagro el Real Madrid de Florentino Pérez - con permiso de Carlos Ancelotti y sus jugadores - tiene prácticamente ganada la Liga de este año y su gran meta, el gran sueño del presidente es levantar la copa de Champion el próximo 28 de mayo y vestir la capital de Francia de blanco.

Es el gobernador del Banco de España. En teoría custodia los dineros de los españoles. En teoría se preocupa de vigilar la riqueza del país. En teoría es independiente. En teoría es un hombre de estado. En realidad Pablo Hernández de Cos, tras casi cuatro años al frente del Banco de España, no vigila la riqueza de todos los españoles, ni es independiente, ni es un hombre de estado. Sus recetas se dirigen a los pobres, a los que llama a asumir que serán más pobres.

Todas las encuestas en la Comunidad de Madrid sobre el número de diputados que debe tener la Asamblea dirán lo mismo: mejor 91 que 136, una cifra desproporcionada para una Autonomía uniprovincial. Se trata de defender el gasto público - por pequeño que se considere - frente al gasto político y partidista.

La humillación que sufrió el domingo en el Bernabeu el Real Madrid debería tener consecuencias. Lo malo para el club que preside Florentino Pérez no es el resultado, cuatro goles que pudieron ser más, ni el mal planteamiento táctico que realizó Carlo Ancelotty, claramente superado por el de su oponente, ni la visión real de que sin Benzema no existe el Paraiso de los goles, es la comprobación de que la política deportiva del club es un desastre.

Saltó en las redes y se extendió por millones de terminales, incluso con culpable que no podía ser otro que Vladimir Putin. La Reina Isabel II de Gran Bretaña había muerto. Se enviaba entre los amigos y se intentaba confirmar en los medios de comunicación

Si se acerca, como así parece tras la carta cruzada entre los dos Reyes con los que cuenta España, uno en el trono y otro en un autoexilio, el regreso de Juan Carlos I con el permiso de Felipe VI, nos conviene a todos recordar el 20 de junio de 2014, cuando Felipe De Borbón se despertó convertido en el Rey constitucional Felipe VI.

El martes, uno de marzo de 2022 - conviene recordar la fecha - la presidenta Ayuso pidió venganza en la reunión de la Junta Directiva del PP contra tofdos los que le habían atacado. Un día después Alberto Núñez Feijóo presentaba oficialmente su candidatura a la presidencia del partido y Esteban González Pons contestaba a la petición de la presidenta madrileña: las venganzas tendrán que esperar.

Ser nombrado caballero de La Jarretera es como recibir en España nuestra Gran Cruz de Carlos III. Con grandes diferencias. No las concede el Primer Ministro o Jefe de Gobierno y las firma el Rey. Allí las concede y firma Isabel II

La presidenta del Gobierno regional y la líder de Más Madrid han convertido cada uno de los debates que se producen en la Asamblea en una pelea a tumba abierta, en un espectáculo de boxeo en el que los insultos, las descalificaciones, los ataques personales han sustituido a la reflexión, las propuestas, las ideas o los programas. Todo vale contra el adversario y la lista de adjetivos descalificadores aumenta día a dîa si que parezca tener fin. Se busca la victoria por ko de la adversaria.

La exministra cree en Dios, en la Iglesia y en el Vaticano, razones que pueden haber llevado a Sánchez a enviarla de embajadora a la Santa Sede. La vicepresidenta, que se presume atea practicante, tendrá una reunión de trabajo en el centro del poder terrenal de la Iglesia Católica
Lo que va a pasar como muy tarde en mayo de 2023 no tiene nada que ver con lo que pasó en 2018, 2019 ya 2021
Del estadio Santiago Bernabéu al Coliseum Alfonso Pérez hay tan sólo dieciocho kilómetros, apenas veinte minutos en coche si no existieran los semáforos, pero esa es la distancia que hay entre el cielo y el infierno. Estoy hablando del mundo del futbol, claro.
Existe el dinero sin memoria, millones de euros - entre ocho y diez - que cada año se olvidan de los nombres de sus propietarios. Están en cuentas corrientes que quedan abandonados, sin nadie que reclame los números que están escritos en ellas.
Puede que tarden mucho en volver a ser gigantes. Tal vez nunca si vemos a los equipos franceses e ingleses cargados de petrodólares en sus cuentas corrientes
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