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    26 de mayo de 2024

Tur Torres

Los presidentes y jefes de gobierno de los 27 países del euro, junto a los máximos responsables del BCE, Christine Lagarde y Luis de Guindos, están convencidos - guerra de Ucrania por medio - de que urge relanzar la Agenda del Crecimiento basada en la utilización de instrumentos financieros para tecnología e infraestructuras
Grababa hace noventa años el argentino Carlos Gardel una de las canciones más inolvidables de la música en español. El cantante la compuso junto al poeta Alfredo Le Pera un año antes de morir y al oírla se puede descubrir en ella que encaja a la perfección con la moderna y democrática historia de la Monarquía española. En “Volver” están nuestros cuatro Reyes actuales, los padres, el hijo y la nuera. Apenas cuarenta y tres versos en los que oír: “que es un soplo la vida/ que vente años no es nada/ que febril la mirada/ errante en la sombra, te busca y te nombra".
Desde su “exilio” en lo que llama la Cataluña Norte, el ex president justifica la derrota del independentismo en dos motivos, la abstención y la división que representan tanto la ERC como la Cup. Su crítica al españolismo, con el PSC a la cabeza, unido a las palabras de Pere Aragonés de “ pasar” a la oposición, colocan al futuro de Pedro Sánchez y su Gobierno en dificultades. Si llevan sus amenazas al Congreso la actual Legislatura estará muy debilitada.
Dentro de tres semanas ,en el estadio de Wembley, el Real Madrid intentará ganar su decimoquinta Copa de Europa, lo que niingún otro club de futbol ha hecho y es muy difícil que lo consiga. El secreto del éxito está en los jugadores, en el entrenador, en los aficionados que empujan y empujan desde las grandes del estadio Bernabeu pero por encima de todo ello lo que aparece es la estructura empresarial que ha montado un ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, que quiso dedicarse a la política desde las urnas electorales, hasta que descubrió que la gran política, la de verdad, la que define la imagen de un país se puede hacer y se hace desde un palco, convertido en uno de los grandes despachos del poder. Lo era con Santiago Bernabéu y dejó de serlo hasta que llegó Florentino Pérez, al que como presidente de un súper grupo empresarial no le tiembla la mano cuando cree que debe cambiar de equipos directivos. Los amigos son otra cosa.
El presidente francés escondía bajo su apariencia de diletante francés y heredero de la “gauche divine” de los años sesenta y setenta del siglo pasado, de liberal económico a ultranza y defensor de la convivencia y el idálogo, en un auténtico killer global, defensor de la intervención directa de la OTAN en Ucrania, de defender la presencia francesa en el Africa Subsahariana, para terminar ofreciendo a la vacilante Europa las bombas nucleares que posee su armamento. Tiene un problema creciente con los millones de creyentes musulmanes, de primera, segunda y hasta tercera generación en sus ciudades, barrios y calles, pero es incapaz de resolverlo. A la España de Pedro Sánchez le ofreció un abrazo mientras intentaba robarle su protagonismo en Marruecos.
Un día después de la proclama de Pedro Sánchez desde las puertas de La Moncloa, queriendo transmitir la necesidad de una moralización de la vida pública a través del control social ejercido desde el poder político, se echa en falta la definición de la realidad. Estamos en el siglo XXI, con nuevos conceptos de matemática social a los que podemos incorporar la figura ilustre de Euclidis y sus premisas dimensionales, tal vez más prácticas que las divisiones del poder del barón de Montesquieu.
La presidenta madrileña ha demostrado muchas veces su capacidad mutante y su rapidez para hacerlo. Es una de sus características, una de las que mejor la definen junto a la audacia y la rapidez de reflejos. Tras los comicios vascos está obligada a demostrar su instinto político y abandonar sus deseos de ilegalizar a Bildu. Era un camino imposible en el que su propio partido le había dejado en soledad. Jurídicamente era inviable, ahora lo es aún más y están las elecciones catalanas a la vuelta de la esquina, con la CUP como heredara del radicalismo más nacionalista y de izquierdas.

Tienen tantos problemas España y la Europa de los 27 estados, con sus respectivas crisis económicas, la guerra de Ucrania, la llegada masiva de emigrantes irregulares, la necesidad de rearmarse hasta las cejas que preconizan sus primeros ministros o presidentes, las cínicas proclamas en política exterior respecto al orden mundial de este comienzos del siglo XXI, que separan de las voluntades populares que les llevaron al poder - la guerra ampliada de Gaza con Israel e Irán por medio - que habrán que esperar a que pase el verano para que todas las miradas de expertos y analistas se centren en las elecciones americanas y su efecto en todo el mundo.
En diez años Felipe VI ha conseguido, con paciente eficacia, que la tambaleante Monarquía que amenazaba con derrumbarse en abril de 2012 tras la caída de su padre durante una cacería de elefantes en Botswana y que terminaría por llevar a Juan Carlos I a la abdicación dos años más tarde, comience a respirar con cierta tranquilidad. Eran demasiados los escándalos y Felipe de Borbón decidió amputar la parte gangrenada de la institución. Con pesar y riesgo anunció que renunciaba a la herencia paterna, tras salir a la luz el regalo de 65 millones de euros que su padre le había hecho a la que fue su amante y compañera en la cacería, Corinna Larsen.
Es la auténtica “historia interminable” y no la que escribiera el alemán Michael Ende en 1979. Esta era una historia fantástica para todos los públicos, con sus dos personajes, Bastian y Atreyu - que son la misma persona en dos mundos paralelos - buscando la verdad. Aquella, la que comenzó en 1704 y se firmó en el Tratado de Utrecht por el que británicos y franceses, sobre todo, se comenzaron a repartir el Imperio español, que, por otra parte, hacía aguas por los cuatro costados. Hoy como ayer y al igual que en los últimos trescientos años el Reino Unido vuelve a engañar a España, esta vez en las personas de Pedro Sánchez y de su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. El mismo hombre que propició el Brexit con un Referendum es el que se sienta con Albares para hacerle ver que la retirada de la verja es una concesión “soberana” cuando en realidad es un volver a empezar, incumpliendo los dictámenes de la ONU y los acuerdos de Lisboa.

El presidente de Aragón, Jorge Azcón, que gobierna gracias al apoyo de Vox y con su vicepresidente, Alejandro Nolasco, como ariete autonómico de Santiago Abascal, acaba de ahogar la posible y pequeña subida del Partido Popular en Cataluña. A la petición de su compañero de partido y candidato en las elecciones catalanas del próximo doce de mayo, Alejandro Fernández, para hacer las obras hidraúlicas que permitan llevar augura del Ebro a las secas tierras de su región, le ha contestado con un no rotundo. Un error político tan descomunal que causa sorpresa, sobre todo por el tiempo que le queda a la Legislatura aragonesa.

El jurado de “ Bailando con estrellas”, programa que emite Tele5 destila rabia hacia los espectadores por los cuatro costados, con dos de ellos, cuyo nombre no merece la pena pronunciar por su desaforada soberbia. Rabia que convierte en humillación constante hacia el concursante Bruno Vila, que es evidente que baila peor que la mayoría de sus compañeros - y que él reconoce - pero que no tiene la culpa de que el público le salve semana tras semana.

Demostrada su habilidad para gobernar durante seis años con apenas 120 escaños en el Congreso, Pedro Sánchez tendrá que recurrir a su mejor versión como mago de las matemáticas parlamentarias si quiere que la actual Legislatura dure hasta mediados de 2027. Los 25 escaños que pertenecen a los catalanes de ERC y de Junts y a los vascos de Bildu y del PNV mantienen la mayoría absoluta actual pero las elecciones vascas y catalanes van a obligar al presidente del Gobierno a elegir entre unos y otros. Siempre con las dudas de si su vicepresidenta segunda es capaz de mantener bajo su autoridad los 27 asientos que representan a Sumar.
Defender la “creación” de dos Estados, uno palestino y otro israelí, en la zona que lleva en convulsión desde hace mil quinientos años, es el sueño de una paz imposible; de la misma forma que resulta imposible - por las mismas razones - que se consiga una paz duradera en Ucrania y por extensión en el centro de Europa. Tanto Putin como Netanyahu están prisioneros de la geografía de sus países y la mejor explicación de esas dos condenas está escrita a comienzos del siglo XX por un holandés de origen y norteamericano de adopción llamado Nicholas John Spykman. Su teoría de los anillos geoestrategicos, que defenderían más tarde desde Foster Dulles a Brzezinsky y Kissinger, es la guía de la política exterior de Estados Unidos en los últimos cien años.
El 31 de octubre de 2007 el magistrado Javier Gómez Bermudez leía la sentencia del juicio por los atentados contra los trenes de cercanías que tenían que llegar a la estación de Atocha a primera hora del 11 de marzo de 2004. En la sentencia se atribuía el asesinato de 192 personas, con 1865 heridos a una “célula de tipo yihadista” y se descartaba cualquier intervención de ETA. Ese día de octubre había un presidente socialista al frente del Gobierno y el candidato del PP, que ya había perdido las elecciones generales de 2004, Mariano Rajoy, estaba a unos pocos meses de volver a perder su segundo intento. Hoy, 20 años más tarde, la verdad policial y judicial sigue siendo criticada y puesta en duda.
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