El presidente del PP quiere convencer a los suyos de que controla los tiempos políticos en los que vivimos y que sus posibilidades de mantener el poder son superiores a las que tiene el secretario general del PSOE de llegar a la Moncloa. Esos mismos suyos le escuchan, le ven pero la mayoría cree que esos análisis responden más al campo de los sueños, y que los sueños cuando son de cristal se rompen.
Mariano Rajoy, tal y como le ha comentado al primer ministro británico en la cumbre europea, está convencido de que Pedro Sánchez no conseguirá la investidura, que él si se presenta a la misma, tampoco; y que la única salida está en la repetición de las elecciones a finales de junio.
El líder de los populares no está dispuesto a apoyar ni por activa ni por pasiva ( abstención ) la investidura de su rival, y ve muy difícil que con los apoyos de Ciudadanos e incluso de Compromís y PNV pueda tener los votos para salir elegido en una segunda votación. Da por seguro que el acuerdo entre PSOE y Podemos es imposible ya que se opondrían al mismo algunos barones del socialismo que hasta podrían " desaparecer" del hemiciclo para no tener que negarle su apoyo a su propio secretario general.
En los dos meses de tiempo que se abrirían antes de convocar a los españoles a las urnas, Rajoy podría intentar sumar hasta 170 escaños: los 123 suyos, los 40 de Ciudadanos, los seis del PNV y hasta el solitario asiento de Coalición Canaria. Dejaría así el " balón" en el terreno de los socialistas a quienes se les pediría la abstención de la misma forma que la están pidiendo ellos. Eso o la huida de diputados socialistas para que toda la oposición sume menos de esos 170 escaños con los que sueña.
A ese primer sueño, que se antoja como el más imposible de los dos, le seguiría el de un mejor resultado en las elecciones y que en las nuevas sumas de escaños conseguidos lograra las ansiadas mayorías absolutas o simples que le mantuvieran en el palacio de La Moncloa.
En contra de este análisis que ha trasladado a la dirección nacional del PP están las que mantienen otros políticos de dentro y fuera de la organización, como el ex presidente Felipe González que cree que unos nuevos comicios dejarían el panorama político muy parecido al actual en la suma de escaños a derecha e izquierda. Lo que pudiera ganar el PP lo perdería Ciudadanos, y al revés. En el otro lado pasaría lo mismo entre el PSOE y Podemos. Incluso los nacionalistas vascos y catalanes podrían repetir los resultados del 20 de diciembre.
Sueños de Rajoy que se juntan con el resto de los sueños que parecen motivar a sus rivales: el de Sánchez es llegar a La Moncloa o perecer; el de Iglesias sobrepasar a los socialistas; y el de Rivera de convertirse en el nuevo centro político desplazando al PP hacia el rincón de la derecha más dura. Todas esas esperanzas son imposibles de cumplir al mismo tiempo por lo que el sueño que se logre se convertirá en la pesadilla de los otros.
