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Tarjeta roja de Benitez a Florentino
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Tarjeta roja de Benitez a Florentino

Cambió de papel Rafael Benitez. De entrenador pasó a juez árbitro y le e señò la tarjeta roja al presidente del Real Madrid. Se la tenía guardada desde su cese y sustotució por Zinedine Zidane. No ha dicho nada que no se supiese, es pura estadïstica pero le ha hecho " pupa" a Florentino Pérez en cuya ayuda ha acusido presto y lenguaraz Sergio Ramos, uno de los capitanes.

Benitez ha colocado encima de la mesa los pocos títulos del club blanco bajo la presidencia del " ser superior" y lo bien que le ha ido al Barcelona en esta etapa. Un puñetazo al estòmago en toda regla. Es mencionar la bicha y con espejo en el que mirarse.

El año pasado el Madrid lo cerró en blanco. Ni un título. Ni la Liga, ni la Copa, ni la Champion. Los blaugranas todo lo contrario. Y este año puede ocurrir lo mismo. La metedura de pata con Cherisev les dejó fuera de la Copa. La Liga está a siete puntos. Tiene que pinchar el Barca hasta tres veces por ninguna de los blancos, y en medio está el Atletico de Simeone esperando. Queda la esperanza, que es lo último que se debe perder pero dificil está el asunto en el terreno patrio.

La Copa de Europa lo taparía casi todo. Once titulos continentales no los tiene nadie y es muy difïcil que otro lo consiga. Los rivales nacionales son los mismos y el " coco" exterior vive en Alemania y se llama Bayern de Munich, el club de Pep Guardiola que es posible que ya esté pensando en su llegada la "Premier".

El ex- entrenador blanco admite lo insoportable que le parecía la presencia de su presidente en el vestuario. Un día si y el otro tambien. Así era complicado mantener el orden, mantener la disciplina, organizar los egos de tanta gente que gana tanto dinero y tiene menos de treinta años. Benitez sabía a lo que se arriesgaba, conocía el temperamento y la forma de ser de Florentino Pérez. Lo que ocurre es que el banquillo merengue está muy bien pagado, da prestigioy es un caramelo que casi ningún entrenador despreciaría. Y los caramelos a veces se atragantan.