Descubrimiento sobre los aneurismas de aorta
Varios equipos del CIBERCV, bajo la coordinación del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBM-CSIC-UAM) y el Instituto de Investigación Sanitaria Fundación Jiménez Díaz (IIS-FJD), han realizado un hallazgo significativo al identificar un mecanismo que debilita la aorta y favorece la formación de aneurismas. Este avance podría permitir frenar la enfermedad mediante fármacos, abriendo nuevas posibilidades para tratamientos y diagnósticos anticipados.
El estudio, publicado en el European Heart Journal, fue liderado por Jorge Oller Pedrosa, del IIS-FJD y CIBERCV, junto a María Mittelbrunn del CBM-CSIC-UAM. El investigador principal es Antonio Rochano-Ortiz, quien ha destacado que este trabajo marca una nueva vía para desarrollar terapias farmacológicas que eviten intervenciones quirúrgicas, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.
“Se trata de un paso clave para entender y combatir los aneurismas de la aorta, una patología grave que suele detectarse tarde y que, en muchos casos, solo puede ser tratada con cirugía”, explican los coordinadores. Los aneurismas se producen cuando la pared de la aorta se debilita y dilata como un globo, lo que puede llevar a rupturas fatales.
Mecanismos detrás del debilitamiento arterial
La investigación ha revelado que en personas con aneurismas se acumulan azúcares complejos en la pared de la aorta, específicamente proteoglicanos y glicosaminoglicanos. Aunque estos componentes son parte normal de la estructura arterial, su exceso actúa como un “pegamento” dañino que promueve la dilatación del tejido.
Un aspecto innovador es la identificación de la causa subyacente: la vía biosintética de hexosaminas (HBP). Este proceso celular utiliza nutrientes como glucosa y glutamina para producir dichos azúcares. Cuando esta vía se activa en exceso, genera estrés celular, debilitando así la pared arterial y facilitando el desarrollo de aneurismas.
"Estos resultados abren una nueva vía terapéutica en una enfermedad sin tratamientos farmacológicos eficaces", afirma el Dr. Oller. "Si logramos aplicar este descubrimiento en clínica, podríamos prevenir complicaciones graves y mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes".
Evidencias experimentales en modelos animales
Para validar sus hallazgos, el equipo llevó a cabo estudios en modelos animales con aneurisma, incluyendo ratones con sindrome de Marfan, una condición genética propensa a esta enfermedad. También analizaron muestras humanas con aneurismas aórticos y encontraron activación excesiva de la vía HBP junto con acumulación de azúcares en todos los casos estudiados.
"Lo más prometedor es que hemos logrado detener el crecimiento de los aneurismas en ratones utilizando dos compuestos experimentales: DON, que bloquea una enzima clave de la vía HBP; e ISRIB, que inhibe el estrés celular dañino para la aorta", señala Rochano-Ortiz.
Ambos tratamientos no solo redujeron inflamaciones sino que también fortalecieron las estructuras arteriales, permitiendo que la aorta recuperara su tamaño normal. Esto sugiere que podrían desarrollarse medicamentos capaces de prevenir aneurismas sin necesidad quirúrgica.
Perspectivas hacia un diagnóstico temprano
Además, el estudio identificó posibles biomarcadores en sangre relacionados con la vía HBP y los azúcares acumulados. Esto abre oportunidades para diseñar análisis sanguíneos que puedan detectar aneurismas en etapas tempranas y monitorear su evolución antes de convertirse en un riesgo vital.
Dicha investigación ha sido posible gracias a colaboraciones entre el CBM-CSIC-UAM, Fundación Jiménez Díaz-UAM, CIBERCV y hospitales universitarios ubicados en Madrid, Barcelona, Santander y Lisboa.
Aunque se requieren ensayos clínicos adicionales en humanos, este descubrimiento representa un avance esperanzador hacia el desarrollo tanto de terapias farmacológicas como pruebas diagnósticas para una enfermedad actualmente tratable únicamente mediante cirugía y vigilancia intensiva.
Referencia:
Integrated Stress Response Triggered by Excessive Glycosylation Drives Thoracic Aortic Aneurysm. Antonio Rochano-Ortiz et al. bioRxiv, 2024.05.31.596791. doi: https://doi.org/10.1101/2024.05.31.596791