Fortalecen la investigación local en salud sexual y reproductiva
Ampliar

Fortalecen la investigación local en salud sexual y reproductiva

miércoles 23 de julio de 2025, 00:16h

La investigación en salud sexual y reproductiva es fundamental para mejorar los servicios y el acceso a ellos. La Alianza HRP, coordinada por el Programa Especial de las Naciones Unidas, refuerza la capacidad local de investigación mediante formación y apoyo a investigadores en diversas regiones. Desde 2017, han capacitado a personal en América, África y Asia, abordando desafíos como la crisis migratoria o la pandemia de COVID-19. Estas iniciativas han permitido obtener datos cruciales que mejoran las políticas de salud y respetan los derechos humanos. Para más información, visita el enlace: https://biblioteca.cibeles.net/reforzar-la-capacidad-local-de-investigacion-para-obtener-datos-sobre-salud-sexual-y-reproductiva/.

La investigación como base de políticas en salud sexual y reproductiva

En el ámbito de la salud sexual y reproductiva, cada intervención que busca mejorar los servicios se sustenta en una sólida base de investigación. Para que esta investigación sea efectiva, es crucial contar con personal investigador debidamente capacitado. Cuando las decisiones se fundamentan en datos precisos, los sistemas de salud operan con mayor eficacia, lo que resulta en un notable mejoramiento de los servicios y el respeto por los derechos humanos.

Los centros regionales de la Alianza HRP han demostrado cómo fortalecer de manera sostenible la capacidad de investigación en este campo. Coordinada por el Programa Especial de las Naciones Unidas para Investigaciones en Reproducción Humana, esta Alianza reúne a siete centros regionales que actúan como catalizadores del conocimiento y la innovación, promoviendo así la salud y los derechos de todas las personas.

Capacitación e impacto global

Desde su establecimiento en 2017, los centros de la Alianza HRP han capacitado a investigadores e instituciones locales mediante formación, mentoría y apoyo institucional. Esto les ha permitido adaptarse a diversos contextos y enfrentar desafíos urgentes en el ámbito de la salud sexual y reproductiva a nivel mundial. A continuación, se presentan ejemplos concretos del impacto positivo de esta iniciativa.

En Brasil, el centro para la Región de las Américas ha respondido a la crisis migratoria venezolana formando investigadores para evaluar las necesidades en salud y derechos sexuales de las personas desplazadas. Sus estudios sobre acceso a atención médica y tratamiento del VIH han llenado vacíos críticos en datos, permitiendo una mejor comprensión de las necesidades específicas de estos grupos.

Por su parte, en Burkina Faso, el centro para África francófona está estableciendo un centro regional dedicado a datos y capacitación. Cincuenta graduados lideran actualmente investigaciones que orientan estrategias vitales en anticoncepción postparto y atención materna.

Innovaciones educativas y respuestas ante emergencias

En Ghana, un programa conjunto con la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres ha formado investigadores capaces de dirigir unidades nacionales enfocadas en salud sexual. Estos esfuerzos han contribuido significativamente al análisis sobre calidad del servicio y atención materna durante la adolescencia.

Asimismo, el centro en Kenia ha implementado un programa que ayuda al personal investigador a reflexionar sobre sus creencias personales respecto a temas delicados como el aborto o el VIH. Este enfoque se está adoptando ampliamente por todo el continente africano.

A través del trabajo realizado en Pakistán, durante la pandemia de COVID-19, se formó al personal investigador para influir positivamente en prácticas hospitalarias relacionadas con la atención materna, convirtiéndose en un modelo eficaz frente a emergencias sanitarias.

Compromiso hacia una investigación sostenible

Las experiencias recopiladas demuestran cómo cada centro adopta enfoques únicos; algunos priorizan vías académicas formales mientras que otros optan por cursos breves o mentorías. Sin embargo, todos comparten un objetivo común: establecer ecosistemas sostenibles de investigación que respondan a las necesidades locales.

Cuando los investigadores reciben formación adecuada localmente, los sistemas de salud responden con mayor eficacia, mejorando así los servicios relacionados con los derechos sexuales y reproductivos. Este enfoque no solo respeta los derechos humanos sino que también promueve decisiones informadas basadas en evidencia científica.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios