Tiempo de guerras sucias en la política, de resoluciones judiciales e investigaciones de las fuerzas de seguridad y de alianzas y cambios en las grandes empresas que marcan la posición de España en dos sectores tan estratégicos como son la Defensa y las Telecomunicaciones, con
Indra y Telefónica en el centro de la tela de araña que explica una buena parte de la posición de Pedro Sánchez dentro de le OTAN y la necesidad de invertir el 5% del PIB, sin que se pueda dejar a un lado otra de las grandes bazas con que cuenta España de cara a Estados Unidos y las exigencias de
Donald Trump, la base de Rota, pieza esencial para que los bombardeos de la aviación norteamericana sobre Iran hayan tenido lugar, al igual que lo tiene para el despliegue naval de sus buques de guerra. La Casa Blanca necesita mantener Rota y Moncloa necesita una buena relación con Estados Unidos. Al margen del color del partido que ocupe la presidencia del Gobierno.