Gallego hasta la médula y conocedor de los secretos de las meigas aprovechô la noche de San Juan y echó un conjuro a los dioses civiles de la política. Les gana s todos sus rivales en experiencia yen resistencia.
Zancada larga y a buen ritmo, mucha televisión en directo, sonrisas donde antes aparecia el rictus de la corrupción, la crisis, los compañeros caídos, el presidente de honor, las sondeos que siempre le colocaban y colocan en el último puesto en las líneas de salida. Y va y gana en diciembre. Y va y gana en junio con 14 escaños más y doscientos mil votos más. Fiel a la máxima de su paisano y premio Nobel : el que resiste, gana. El es de piedra como los versos de Celso Emilio Ferreiro y ya no tiene rivales dentro del PP. Ha salido de mínimos y mucho tendrán que sumar los adversarios para que no pase otros cuatro años en La Moncloa. Si no le quieren, le necesitan. En la Europa que se rsquebraja y en la España que sueña con abandonar la pesadilla que le vino encima desde el otro lado del Atlántico cuando el año 2008 entraba en ebulliciòn. Volverá a ofrecer un acuerdo de gobierno con la mejor de sus sonrisas. Le viene encima Bruselas, y Monti, y los recortes, pero ya ha demostrado con esta tercera victoria que si alguien puede enseñar paciencia para hablar con Lomdres, ese alguien es él. Merkel lo sabe. Hollande puede aprender y Renzi le ha pedido la receta de la queimada.
Si (
No(
