Iglesias, en el bulevar de los sueños rotos

Demasiados sueños que chocaron con Venezuela y Gran Bretaña, con la politica fria del voto ùtil, con las peisas que le empujaban una y otra vez a correr y correr en pos de ese sueño. Ya roto y si fuera consecuente con los objetivos propuestos y los resultados obtenidos tendría que poner su cargo a disposiciòn de sus votantes y de sus no votantes, lo mismo que su socio de ocasiòn. Pablo y Alberto han perdido en seis meses un millòn trescientos mil votos, los que les hubieran llevado a pasar de los noventa diputados sentados en el Congreso. Si se aferra al cargo se habrá sumado a la casta con todas sus consecuencias, y tendrá que mirar a los ojos a Ada Colau y a Oltra y a esos otros diez grupos que acompañaron a las candidaturas en toda España. Pablo se ha quemado como uno de los fuegos dela noche de San Juan. Pecado de soberbia, sin duda; pecado de juventud, por supuesto. La politica se estudia es la Universidad pero se practica en la calle y en un camino muy largo.