La media española en esta cuestión está en el 44 por ciento. Los madrileños son, junto a murcianos y gallegos, los que menos dispuestos estarían a afeitarse y riojanos, canarios y aragoneses los que más sacrificarían su barba por conseguir un trabajo.
Además, el 72 por ciento de los madrileños en paro creen que el sexo influye positivamente en la búsqueda de empleo. Son los que más creen en esta influencia, junto a aragoneses y canarios. Vascos, murcianos y catalanes son de la opinión contraria.
Según el informe, al 29,6 por ciento de los desempleados españoles el sexo le hace tener más confianza en sí mismo, al 20,9 por ciento le hace ser más positivo, al 16,5 por ciento le relaja y al 13,9 por ciento les motiva.
El 60 por ciento de los hombres desempleados de Madrid estarían dispuestos a adelgazar por un empleo. A diferencia de ellos, el 66 por ciento de las mujeres de la región no están dispuestas a adelgazar por un trabajo.
Estos datos son diferentes a la media nacional, en la que el 59 por ciento de los hombres en paro adelgazaría por un empleo frente a un 62 de mujeres que no lo haría. Los hombres desempleados andaluces lideran el ranking, seguidos de aragoneses, castellanos-leoneses y vascos. Los navarros, baleares y canarios son los que menos dispuestos estarían dispuestos a adelgazar.
PERFILES CON IMAGEN PERSONAL
El informe destaca que el 81 por ciento de los responsables de recursos humanos rechaza perfiles sin imagen personal. El mismo estudio añade que el 36 por ciento de los parados madrileños dedican la mayor parte de su tiempo a buscar empleo, el 14 a estar con la familia, el 25 por ciento lo dedica a formación y el 10 a ocio.
Los madrileños son junto a murcianos y vascos los que menos tiempo dedican a formación y junto a valencianos los que más tiempo dedican a estar con la familia. Los catalanes son los que más tiempo le dedican a la búsqueda de empleo (53,3 por ciento), le siguen andaluces y vascos.
La mayor parte de los desempleados de la región creen que están más capacitados que personas que ocupan el puesto al que aspiran. El 52,3 por ciento opina que no tiene trabajo por enchufe de otras personas, el 34,6 cree que no le contratan por antigüedad de los trabajadores y el 9 por ciento piensa que es por suerte. Los madrileños son, junto a baleares y valencianos, los que más creen que no tienen trabajo por enchufe de otros trabajadores.