Pánico en el Calderón

Ya puede dar gracias el Atlético a que el calendario le permitió medirse de forma consecutiva hace unas semanas a Xerez y Espanyol, que incluso están en peor racha que los rojiblancos, porque sino, podían estar ahora perfectamente cerrando la clasificación. Pinta muy mal la situación para los colchoneros porque los problemas que tenía la plantilla siguen ahí y Quique parece que no consigue mitigarlos. La defensa es un auténtico desastre, el centro del campo es incapaz de generar fútbol y todo depende de lo que puedan inventarse un Forlán en bajísima forma y un Agüero al que le está faltando continuidad por sus problemas físicos.

Con este panorama, es llamativo comprobar como los responsables de la entidad se empeñan en tirar balones fuera cuando se les pregunta por la posibilidad de reforzar el equipo. El presidente le pasa la pelota a Sánchez Flores y este se la devuelve a los directivos. Me pregunto que pensarán los directivos atléticos cuando ven que el Valencia, que está en puestos de Liga de Campeones, se refuerza, y ellos, que rozan el descenso, creen que no les hace falta. Ya sabemos que la situación económica es precaria pero de eso no tiene la culpa nadie más que ellos mismos, que llevan 22 años en el club.

Es duro reconocerlo, pero a estas alturas de la liga y con las distancias que existen ya en la tabla, sería un milagro que el Atlético pudiera aspirar a otra cosa en la liga a otra cosa que no sea la permanencia. Decía Quique que sus jugadores juegan con pánico en el Calderón. Me temo que pánico es precisamente lo que deben sentir los seguidores, a los que están echando del campo, hartos y amargados.