El 45% de los casos de demencia pueden prevenirse mediante cambios individuales y sociales
Un reciente estudio publicado en la revista Actas de Coordinación Sociosanitaria, coescrito por la profesora María Victoria Zunzunegui Pastor de la Université de Montréal y el profesor emérito Félix Bermejo-Pareja de la Universidad Complutense de Madrid, revela que una proporción significativa de los casos de demencia es prevenible. El artículo, titulado ‘La prevención de la demencia mediante cambios individuales y sociales’, destaca que aproximadamente el 45% de los casos son atribuibles a factores de riesgo modificables.
Según el informe más reciente de la Comisión sobre la Demencia de The Lancet (2024), estos factores abarcan diversas etapas de la vida e incluyen aspectos como: baja escolaridad, pérdida auditiva, consumo excesivo de alcohol y tabaco, sedentarismo, traumatismo craneoencefálico, obesidad, diabetes, depresión e hipertensión arterial, colesterol alto, contaminación atmosférica, pérdida de visión no corregida y aislamiento social.
Impacto significativo en la salud pública
El artículo también subraya que problemas como la depresión y la contaminación atmosférica —que afecta al 75% de la población— tienen un impacto considerable en los casos atribuibles a demencia. Entre los factores con mayor incidencia se encuentran la pérdida auditiva (7%), colesterol alto (7%), baja escolaridad (5%) y aislamiento social (5%).
A pesar del temor a una epidemia de demencia a finales del siglo XX, esta no se materializó en algunos países desarrollados. Este éxito se atribuye a mejoras en las condiciones de vida, aumento en los niveles educativos y un mejor manejo de trastornos crónicos. Aunque la prevalencia se mantiene estable debido al envejecimiento poblacional, varios países occidentales han visto una disminución en la incidencia.
Estrategias efectivas para prevenir la demencia
El documento resalta la efectividad de intervenciones multidominio como las realizadas en el proyecto World Wide FINGERS. El ensayo clínico FINGER iniciado en Finlandia mostró que una intervención multifactorial —que incluye guía nutricional, actividad física, entrenamiento cognitivo y control de enfermedades cardiovasculares— puede reducir significativamente el deterioro cognitivo entre personas mayores con riesgo.
En España, el programa piloto Goiz Zaindu-Basque FINGER ha replicado con éxito este enfoque en Beasain (Guipúzcoa). Con apoyo institucional y comunitario, este programa ha demostrado alta adherencia y menor deterioro cognitivo entre sus participantes.
Llamado a priorizar intervenciones comunitarias
No obstante, los autores advierten sobre dos desafíos cruciales para garantizar equidad en estas intervenciones:
- Gradiente socioeconómico: Las poblaciones con bajos ingresos enfrentan mayores prevalencias de factores modificables y barreras económicas para su corrección.
- Múltiples actores sociales: Es esencial involucrar instituciones municipales, servicios sanitarios y sociales, el sector privado y asociaciones ciudadanas.
Zunzunegui y Bermejo-Pastor hacen un llamado urgente para priorizar investigaciones evaluativas sobre intervenciones comunitarias que respalden políticas públicas efectivas. Además, enfatizan que abordar la pobreza infantil es fundamental para prevenir el deterioro cognitivo y demencia en edades avanzadas.
En conclusión, el artículo enfatiza que la prevención primaria centrada en reducir factores de riesgo a lo largo del ciclo vital es esencial. Se aboga por redirigir recursos hacia intervenciones comunitarias sostenibles que promuevan cambios duraderos en comportamientos individuales y normas sociales.
Pueden consultar el artículo completo a través del siguiente enlace: este enlace.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
45% |
Porcentaje de casos de demencia que pueden prevenirse. |
14 |
Número de factores de riesgo modificables identificados. |
75% |
Porcentaje de la población afectada por la contaminación atmosférica. |
7% |
Porcentaje de casos atribuibles a la pérdida auditiva y al colesterol alto. |
5% |
Porcentaje de casos atribuibles a la baja escolaridad y al aislamiento social. |