La subdelegada del Gobierno de España en la Comunidad de Madrid, Pilar Trinidad, y el alcalde de Fuentidueña de Tajo, José Antonio Domínguez, han liderado la primera Junta Local de Seguridad del municipio desde su formalización el pasado 26 de mayo. Este encuentro ha sido convocado de manera extraordinaria para afinar los detalles del dispositivo que se implementará durante las fiestas patronales, programadas del 12 al 16 de septiembre.
En esta reunión han participado representantes del equipo de Gobierno, así como miembros de la Guardia Civil, la Policía Local, Protección Civil y la Comunidad de Madrid. Juntos, han revisado minuciosamente el Plan de Emergencias para Fiestas Patronales (PLANFESPA), que establece protocolos claros para actuar ante cualquier eventualidad durante los festejos.
Protocolos de Seguridad para las Fiestas Patronales
El plan contempla medidas específicas para eventos con alta concurrencia, tales como encierros, conciertos, fuegos artificiales y la emblemática procesión fluvial por el río Tajo, que atrae a más de 7.000 personas. Se incluyen también estrategias para el control de accesos, vigilancia, atención sanitaria urgente y señalización preventiva, todo con el fin de asegurar la integridad tanto de los vecinos como de los visitantes durante las celebraciones.
Aparte, se instalarán paneles informativos identificados como Puntos Violeta, LGTBI y contra la discriminación racial y étnica. Estos paneles contendrán códigos QR que ofrecerán recursos útiles y orientación. Además, se distribuirán tapavasos para concienciar sobre los riesgos asociados a la sumisión química entre la población joven.
Un Evento Patrimonial: La Embarcación de la Virgen de Alarilla
Uno de los momentos más destacados y esperados es la tradicional “Embarcación” de la Virgen de Alarilla, reconocida como fiesta de interés turístico regional y bien patrimonial en la Comunidad de Madrid. Esta procesión fluvial cuenta con más de 150 años de historia y consiste en un recorrido por el río Tajo sobre una barcaza decorada, acompañada por nadadores portando antorchas y seguida desde las orillas por numerosos vecinos y visitantes en un ambiente festivo.
Este evento es único en su tipo dentro del agua dulce en toda la región madrileña, consolidándose como una celebración que combina solemnidad y alegría entre todos los asistentes.