La Asociación Vecinal Valle Inclán de Prosperidad han reclamado este viernes la puesta en marcha de un autobús para trasladar a los pacientes del clausurado centro de salud de Prosperidad al de Baviera, en La Guindalera, mientras duren las obras de reforma tras hundirse el techo del mismo.
Una avería de una tubería provocó el cierre del centro de salud de Prosperidad, con el desplome del falso techo y la inundación de sus instalaciones. Los pacientes y profesionales han sido derivados a dispositivos cercanos de Ciudad Jardín y Santa Hortensia.
Las personas que requieran ser atendidas por su médico de familia o enfermera estarán obligadas a acudir a un centro más alejado, el de Baviera, en el barrio de La Guindalera (Salamanca). Ambos centros están separados por unos 800 metros de distancia y no hay ningún medio de transporte público directo entre ellos, desde el número 99 de la calle Canillas al número 21 de la calle del Pintor Moreno Carbonero.
Ante esta situación, la Asociación Vecinal Valle Inclán de Prosperidad, que ayer alertó de las inundaciones del centro de salud del barrio, ha reclamado a la Consejería de Sanidad que ponga en marcha un servicio de autobuses que permita el traslado, especialmente pensado para las numerosas personas mayores que están adscritas al equipamiento clausurado, y para aquellas con movilidad reducida.
CELERIDAD EN LA REPARACIÓN
Además del autobús, la entidad demanda que las obras de reparación del inmueble comiencen con urgencia, con el fin de que el centro de salud de Prosperidad pueda volver a abrir sus puertas cuanto antes e, igualmente, espera que de forma inmediata se retomen las extracciones se sangre para analíticas y la campaña de vacunación, que por el momento se encuentran suspendidas.
El colectivo vecinal enmarca el último incidente y cierre de su centro de salud en el "alarmante deterioro" de la Atención Primaria" y recuerda que es la tercera que el centro sufre desperfectos que obligan a clausurar parte de sus instalaciones. El mes pasado diversas deficiencias obligaron a mantener cerradas dos consultas y otros espacios, una situación que provocó las denuncias de vecinos y vecinas de Chamartín y del personal sanitario.
Por su parte, la Comunidad de Madrid conoce desde hace meses las deficiencias en las instalaciones del centro de salud, según el colectivo vecinal, pero no ha tomado ninguna medida de calado ni buscado una solución duradera al problema.
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