De sorpresa en sorpresa hasta el minuto final. Este sería uno de los retratos más fieles del nuevo gobierno de Pedro Sánchez, que alcanza más allá del Consejo de Ministros y que se articula en varias zonas de “alta sensibilidad” como son la Justicia, las Finanzas y la Seguridad del Estado. El cambio de Dolores Delgado, del Ministerio a la Fiscalía es el mejor de los ejemplos pero llegarán otros.
La ex ministra, que parecía como una de las perdedoras en la remodelación emprendida por el presidente, se convierte en una de sus grandes bazas de cara a los grandes temas judiciales y penales que están por resolver o tramitar, desde las condenas del Procés y la situación de los presos, a los grandes casos de corrupción pública y empresarial que se tramitan en la Audiencia Nacional, entre ellos el del ex comisario Villarejo, con su maraña de trabajos “por encargo” a varias de las grandes compañías del Ibex 35.
Fiscal de carrera y miembro de la Asociación Progresista de Fiscales, Delgado va a ser uno de los objetivos preferidos por los tres partidos que conforman la derecha política en sus ataques. Han comenzado en el minuto uno de conocerse su futuro nombramiento, atacando su independencia y poniendo en cuestión los fundamentos mismos de la división de poderes que debe existir en toda democracia. Argumentos que se caen por su propio peso con tan solo mirar a nuestra reciente historia, y a la de los países que nos rodean.
Serán sus hechos los que hablen por ella, pero con toda seguridad podrá “evitar presumir de ser una de “las bestias negras” del PP, Vox y Ciudadanos. Su reciente pasado como ministra y los ataques que recibió sobre todo en el antiguo Senado dominado por el Partido Popular, van a ser la base desde la que tanto Casado como Abascal y Arrimadas construyan su intento de demolición hacia el nuevo Gobierno.
No será la única en recibir los ataques, la acompañarán en ese dudoso honor otros miembros del Gabinete, con especial incidencia en Irene Montero y Carmen Calvo, los dos extremos que se sentarán en el Consejo y que representan las dos voluntades política que han desembocado en el primer gabinete de coalición de nuestra actual democracia.
Desde la Fiscalía General, y con la segura oposición de la Asociación conservadora de fiscales y el apoyo de la parte progresista, Dolores Delgado, que cumplirá 58 años en este ejercicio, va a tener que armarse de dosis masivas de paciencia. Se lo van a poner muy difícil. Cada gesto, cada resolución, cada declaración que haga o indicación que traslade de forma vertical a los fiscales será interpretada desde la óptica política y no la jurídica. Puede que pida consejo a Baltasar Garzón o puede que no. Sus relaciones personales y profesionales estarán siempre presentes.
Si (
No(
