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Guerra de tiburones empresariales: FG. Florentino y Galán en el centro del tablero
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Guerra de tiburones empresariales: FG. Florentino y Galán en el centro del tablero

viernes 22 de noviembre de 2019, 12:03h
Tiempo de crisis, tiempo de guerras empresariales y tres grandes tiburones del mundo empresarial en el centro del tablero con un ex comisario casi como árbitro de la contienda que unas veces juega a favor de uno y otras de otro.

Sistemáticamente se suceden en España y en todo el mundo grandes batallas y hasta guerras empresariales que se dirimen muchas veces en la sombra hasta que estallan. Es una de las claves del capitalismo para autodepurarse. En nuestro país fueron sonadas las batallas bancarias que al final ganó Emilio Botín y perdió Mario Conde, o la aniquilación de José María Ruiz Mateos y el reparto de los despojos de Rumasa, o la guerra que se montó en torno a la eléctrica Endesa. En la última de estas grandes batallas empresariales se encuentra en mitad del tablero nada menos que dos gigantes del capitalismo español, el BBVA y la eléctrica Iberdrola.

El banco, de origen vasco, ya vivió una enorme disputa que acabó con las familias vascas que lo controlaban y la elevación a los altares de Francisco González, el FG amigo de Aznar, que ha reinado sobre la banca durante 20 años sin que nadie se atreviera a toserle, hasta que la victoria del socialista José Luis Rodríguez Zapatero en 2004 y 2008 dió alas al dueño de la constructora Sacyr, Luis del Rivero, para intentar asaltar el portaviones bancario con la ayuda del ex ministro Miguel Sebastián. Fracasó, pero FG quedó tocado y además cometió la equivocación de tratar de blindarse contratando al espia oficial, el comisario Villarejo. El portaviones ha soltado el lastre del ex presidente pero no parece que haya cerrado los boquetes por donde entra agua a raudales a pesar del favor que le hizo la exalcaldesa Manuela Carmena de aprobarles la Operación Chamartín. La burguesía vasca intentará sin duda recuperar su buque insignia y ahí puede estar una de las claves de su apoyo a Pedro Sánchez.

Mucho más claro es el enfrentamiento entre el eléctrico José Ignacio Sánchez Galán y el superconstructor Florentino Pérez, el todopoderoso presidente del Real Madrid. En el primer ataque de este último para hacerse con la mayoría de las acciones de Iberdrola ocurrido hace pocos años, Galán lo pudo parar a duras penas echando manos de todas las argucias legales para evitar que acciones se convirtieran en votos en el consejo de administración con la ayuda de los gobiernos de Mariano Rajoy.

Pero Galán cometió el mismo error que FG y entró en la guerra sucia que dirigía el comisario José Villarejo y ahora lo está pagando. Es cosa de tiempo -si no aparecen otros tiburones en la batalla- que los registros orales afecten a la plana mayor de Iberdrola.

Los tres grandes tiburones forman la parte del iceberg que ha emergido hasta ahora, pero por debajo, estimulados por la competencia en un mundo cada vez más en crisis la guerra se podría ampliar prácticamente a todos los sectores más importantes del actual modelo económico, como las telecomunicaciones, el automóvil o las grandes empresas de venta on line como el norteamericano Amazon o el chino Alibaba y hasta las grandes plataformas de internet, Google, Facebook, etc, ya a nivel planetario aunque con importantes repercusiones en nuestro país ya que todo está iinterconectado.

El brexit o la guerra de aranceles entre Estados Unidos y China no harán más que aumentar y agravar estas peleas empresariales. El campo de actuación de los grandes empresarios españoles se va estrechando, en parte por el aterrizaje cada vez más agresivo de las multinacionales -como ha ocurrido con la compra que ha hecho el grupo IAG, que dirige Willie Walsh y cuyo principal accionista es Qatar Airways con el 21% del capital, de Air Europa a la familia española Hidalgo, con lo que ya no queda ningún empresario español en este sector estratégico. En otros, como las autopistas, se pudo evitar que la multinacional italiana Atlantia se quedara con toda la catalana Abertis gracias a un acuerdo con la ACS de Florentino Pérez y aliada alemana Hochtief, que lleva el número dos del presidente del Real Madrid, Marcelino Fernández.

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