Los datos que maneja y da a conocer con cuentagotas y de forma interesada el equipo de Ivan Redondo en Moncloa han hecho que en el seno del PSOE se extienda la alarma ante los posibles resultados del 10N
La caída en intención de votos de los socialistas en las últimas semanas, acentuada por las imágenes de violencia en Cataluña, llevaría al partido a pasar de los 123 escaños conseguidos el 28 de abril a bajar de los 115 en estos momentos.
Si Pedro Sánchez lo tendría mal, pero manteniendo al PSOE como primera fuerza, algo que alimenta las especulaciones sobre su sustitución en caso de que no pudiese formar gobierno; mucho peor le pueden ir las cosas a Albert Rivera y Ciudadanos. Bajaría de los 59 escaños que consiguió y que le acercaron, por primera vez, a soñar con superar al PP, a menos de veinte. Una catástrofe que pondría en peligro el liderazgo de su actual presidente.
La caída que aparece en el macrosondeo que utiliza el equipo de análisis del jefe de Gabinete de la Presidencia deja a la suma de Unidas Podemos y Más País prácticamente con los mismos escaños que consiguió la primera de las dos formaciones a finales de abril: 35 parlamentarios para Pablo Iglesias y Alberto Garzón y cinco para Iñigo Errejón. Este último ya sin los “apoyos indirectos” desde las terminales del palacio de La Moncloa al comprobar que quitaba más votos y posbles escaños al PSOE que a Unidas Podemos.
Los más beneficiados son el Partido Popular y Vox. Mientras el partido de Pablo Casado estaría rondando los cien escaños, el de Santiago Abascal estaría ya por encima de los cuarenta, ambos beneficiándose de la caída de Ciudadanos, por un lado, y de la bajada del PSOE, por otro.
Con el resto de partidos, sobre todo de los nacionalistas catalanes y vascos, prácticamete repitiendo resultados, la clave del número de escaños puede estar en los restos que se produzcan en aquellas circunscripciones con menos represenantes. Allí van a estar en juego entreb 1uince y veinte asientos del Congreso, una cifra que resultará crucial a la hora de negociar y formar las mayrías necesarias para la investidura del candidato a gobernar España. Una cuestión que ya ha despejado las dudas que podía habeer antes y después del 28 de abril. Tan sólo dos dirigentes aspiran a sentarse en La Moncloa: Pedro Sánchez, con ventaja para una hipotética segunda vuelta de votación en el Congreso, y Pablo Casado como confirmado líder de la oposición, en el peor de los casos.
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