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El ejemplo que piden a Rajoy y no se aplican ellos
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El ejemplo que piden a Rajoy y no se aplican ellos

miércoles 29 de junio de 2016, 23:50h

Los tres dirigentes de otras tantas formaciones han vuelto a perder. Por segunda vez y de forma más clara y rotunda que la anterior. Pedro Sánchez ha llevaso al PSOE a los peores resultados de su reciente historia. Pablo Iglesias ha llevado a la izquierda a una depresiòn que no conocía desde los desastres electorales del PCE. Y Albert Rivera ha consumido su crédito de alternatjva liberal y de centro en apenas aeis meses. Los tres ven como las peleas internas y las divisiones a la hora de afrontar las derrotas sacuden sus partidos. Y los tres piden que el vencedor, por mas que les pese a ellos y puede que a una mayorïa de españoles, se sacrifique y se vaya mientras ellos ni mencionan la palabra dimitir.

Piden un ejemplo a Mariano Rajoy que ellos, los derrotados por segunda vez, no están dispuestos a aplicar en sus carnes. Podemos los ciudadanos y ellos y sus formaciones deben analizar y buscar las razones de la derrota. Pero por higiene democrática deberian, por lo menos, poner sus cargos a disposición de sus partidos. A partei de ese momento tendrïan peso moral y político para pedirle algo parecido al presidente del PP. Y si de verdad creen en la democracia y no en el amor a los sillones y a la prebendas del poder, y creen que no se puede ir a otras y terceras elecciones, que dejen paso a otros dirigentes. Que sean los " nuevos" los que negocien con el PP y será entonces cuando podrán pedirle al partido ganador que piense en si la soluciòn al enredo no estará en el último sacrificio de los contendientes de diciembre y junio.

Mientras esto no suceda y no parece que vaya a suceder, ni Sanchez, ni Iglesias, ni Rivera pueden exigir nada.

Los 137 escaños pueden ser suficientes para gobernar si el PSOE no,quiere decir,si pero decide abstenerse. El cónclave socialista del día 9 puede despejar la incógnita. Parece que los dirigentes territoriales están dividos, mitad por mitad y que Sánchez jugara esa baza para evitar la ltra, la del liderazgo. Lo que haga o no haga Rivera tras haberle dicho no a la,reunión a tres carecerà de importancia, salvo,que acepte formar gobierno y coloque a Rajoy en los 169 diputados para la investidura. Simfuera así negociar con un PNV que tiene una difícil papeleta para mantener el poder en Euskadi en octubre frente Podemos será otra cuestión. Como lo será lo,que parece un imposible: que desde el,PP y desde el gobierno en funciones se hable con los nacionalistas catalanes. Con la alargada sombra de Ada Colau aobre sus cabezas, los milagros se pueden convertir en realidad.