Rafael Gómez Parra | Jueves 02 de octubre de 2014
La dimisión temporal del tesorero del PP, Luis Bárcenas, da la razón a Esperanza Aguirre que no quería que los contratos de la Comunidad “pasasen” por su despacho, lo que dio lugar a los primeros enfrentamientos entre el voce presidente madrileño Ignacio González y Génova. En su pelea con Bárcenas y Alonso Puerta se metió por medio el otro vicepresidente de Aguirre, Alfredo Prada, que tomó partido por Rajoy en el Congreso de Valencia y que fue destituido de inmediato por la presidenta. Solucionado el problema de Bárcenas, ahora queda por ver lo que ocurre con el segundo problema denunciado por Prada: el del espionaje realizada desde la Consejería de Interior precisamente a Prada y al número dos de Gallardón, Manuel Cobo, que curiosamente puede llevarse por delante a Granados que en principio no tenía nada que ver en la pelea.