El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, ha reiterado, durante su declaración como acusado, lo que ya asentó al principio del juicio que se celebra en su contra en el Tribunal Supremo sobre la presunta revelación contra Alberto González Amador --novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso--, que no filtró el 'email' que está en el punto de mira del tribunal.
"¿Ha hecho llegar el correo del 2 de febrero de 2024?", ha preguntado la fiscal Ángeles Sánchez Conde. "No lo he hecho llegar", ha aseverado él. En la misma línea, al término de una comparecencia en la que solo ha contestado a su defensa y a la Fiscalía, ha recuperado una frase, que ha contado que le ha dicho recientemente una persona ajena a la causa --concretamente un dentista--, que cree que resume su situación: "La verdad no se filtra, la verdad se defiende".
El referido 'email' es el que la defensa de González Amador envió ese día a Fiscalía ofreciendo que su cliente reconociera los dos delitos fiscales por los que se le investigaba a cambio de un acuerdo para evitar la cárcel. Según el instructor, García Ortiz se lo filtró a la Cadena SER la noche del 13 de marzo.
A este respecto, ha sido tajante al declarar que en esas horas clave no vio la llamada que le hizo el periodista Miguel Ángel Campos, al que según la instrucción habría filtrado dicho 'email'. "No soy consciente", ha asegurado. A renglón seguido ha hecho hincapié en que la propia Guardia Civil recoge en sus informes que no atendió la llamada. "Yo no cojo llamadas desde que soy fiscal general porque me volvería loco. Y menos esa noche", ha zanjado.
García Ortiz, a lo largo de una hora y media, se ha adentrado en un detallado relato desde el 7 de marzo, cuando un periodista alertó a su jefa de prensa de que había una causa relacionada con la Comunidad de Madrid; hasta el 15 de marzo, cuando se reúne con la Abogacía para "calmar las aguas" tras la publicación, el día 14, de la nota de prensa de Fiscalía por la que estalló el caso.
El jefe del Ministerio Público ha apuntado como detonante de las actuaciones por las que ha acabado juzgado a la publicación realizada a las 21:29 del 13 de marzo por 'El Mundo', en la que se decía que Fiscalía había ofrecido pactar a González Amador, así como las subsiguientes que recogían esta información y añadían que la supuesta oferta se había frenado por "órdenes de arriba". Es una "insidia", una "calumnia", ha enfatizado. "Nadie ha ordenado retirar lo que no se ha ofrecido", ha fijado.
"NO ES BALADÍ"
Aunque ha calificado de "verosímil" la publicación de 'El Mundo', ha señalado que era "extravagante" porque sostenía que un fiscal había ofrecido un pacto de conformidad a una defensa. Y ha afeado que el periodista luego en una tertulia trasladase la idea de que era una especie de "señuelo de la Fiscalía" para que picase González Amador.
También ha subrayado que desde la jefatura de gabinete de Díaz Ayuso e incluso la propia presidenta madrileña se estaban realizando manifestaciones que daban a entender que había una "persecución" por parte de la Fiscalía contra González Amador. Y ha incidido en que desde dichas oficinas luego se añadió que el pacto se había retirado "por órdenes de arriba".
El fiscal ha señalado que el "bulo" que circulaba se podía diseccionar en tres partes: Fiscalía propone un pacto, luego lo retira y lo hace por "órdenes de arriba". De ahí que haya defendido que "no es baladí" que intentase desmentir el primer punto, porque si no se podría dar a entender que los otros dos hechos también eran posibles.
Según ha apuntado, por eso pidió a la jefa de la Fiscalía Provincial de Madrid que le hiciese llegar los correos: para entender todo lo sucedido y difundir una nota de prensa que aclarara los hechos. "Es evidente que si yo quiero los correos poco más hay que decir", ha añadido.
SIN PACTO EN EL CASO DE GONZÁLEZ AMADOR POR LAS ACUSACIONES POPULARES
Así, ha incidido en que su "obsesión" de aquella noche era dar "una respuesta institucional de la Fiscalía española a una noticia que cuestiona el trabajo de los fiscales". "Este y no otro es el espíritu de la nota de prensa", ha aseverado, para puntualizar luego que el objetivo no era dañar al novio de Díaz Ayuso: "No, eso está fuera de toda duda".
De hecho, se ha detenido a resaltar que "cualquier dato referente a González Amador ha sido tratado con exquisitez". En ese sentido, ha contado que en la primera versión de esa nota se hablaba de la pareja de Díaz Ayuso y se cambió para poner el nombre y apellidos del empresario. Tampoco se adjuntó el documento de ocho páginas con el acuerdo que ofrecía su defensa, ha aducido.
Además, ha destacado que también se retiró la referencia que se hacía a las manifestaciones de "responsables políticos" para no entrar en "una guerra" de la que no querían formar parte.
García Ortiz ha negado que haya tenido intención de perjudicar el derecho de defensa de González Amador. "En absoluto. Ni su derecho de defensa ni su honorabilidad", ha añadido para luego incidir en que los abogados del empresario han continuado negociando un acuerdo de conformidad después de que tuviera lugar la filtración que ahora se juzga.
En este sentido, ha recalcado que incluso hay una "propuesta conjunta". "Si eso no fructifica no es culpa del fiscal general, sino que las acusaciones populares (del caso de González Amador) dicen que no quieren llegar a una conformidad", ha agregado.
EL 'EQUIPO DE FORTUNY' O "COMO QUIERAN"
El fiscal general no ha dudado en ratificar que, como máximo responsable del Ministerio Público, fueron él y su equipo --"como quieran, equipo el que sea"-- los que se dedicaron, una vez obtenida la cadena de correos electrónicos entre el abogado del empresario y el fiscal del caso, Julián Salto, a redactar la nota de prensa. Había dos objetivos: "Poner en valor el trabajo de los fiscales y el rigor de los hechos".
Sobre esto último, ha razonado que la nota de prensa "quedaba un poco coja" si no se recogían los 'emails' de los que se hablaba, de ahí que se decidera incorporarlos, sobre todo --ha destacado-- "después de que estos hubieran sido revelados a la opinión pública" por parte de la prensa entre la tarde del 13 de marzo y la mañana del 14.
"No hubo ninguna duda de cómo se tenía qué hacer", ha aclarado, enfatizando que "tanto es así" que no hubo ni "borrador" desde la Fiscalía Superior de Madrid, comandada por Almudena Lastra, a la que ha acusado de obstaculizar la emisión del comunicado al considerarlo "ridículo" porque recogía información ya publicada.
Aunque no ha atribuido directamente esa "actitud obstruccionista" a sus relaciones personales con Lastra, sí ha dejado constancia de que la fiscal tendría cierta "acritud" hacia el actual equipo directivo del Ministerio Público.
En el marco de su declaración, García Ortiz también ha subrayando que no tiene una relación "más allá de lo estrictamente profesional" con los periodistas que han declarado como testigos a lo largo del juicio, incluido el redactor de la Cadena SER al que habría filtrado el correo del 2 de febrero.
Asimismo, ha negado conocer al exlíder del PSOE de Madrid Juan Lobato o a la exasesora de Moncloa Pilar Sánchez Acera, quienes han testificado a raíz de un pantallazo que recibieron con información similar a la que recogía el correo mencionado.
Por último, ha insistido en que una vez que se activó la dación de cuentas en la Fiscalía General se limitó a recibir información, como fija el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal. "No doy ninguna orden, ninguna indicación. Tampoco es procedente", ha recalcado.