RAFAEL G. PARRA

¿Y si Sánchez diera la espantada?

Pedro Sánchez el día que recibió a la cantante Melody en Moncloa
Rafael Gómez Parra | Lunes 12 de mayo de 2025
No van a ser la manifestaciones en las calles, ni los ataques del PP o de Vox en el Congreso, sino un convencimiento espontáneo y personal de que así no puede seguir, lo que podría hacer que Pedro Sánchez decidiera dejarlo todo.

Felipe González aprovechó la “derrota dulce” de 1996 para irse después de haberlo estado barajando desde las anteriores elecciones generales de 1993; Aznar se inventó eso de las dos legislaturas para dejar en la estacada a sus herederos políticos; Zapatero utilizó a Rubalcaba para irse de rositas y Rajoy le debe el favor de poder marcharse al PNV. Ahora todos viven mucho mejor sin añorar nada que les haga pensar que se equivocaron al irse o al echarle.

Hace un año que Pedreo Sánchez “conmocionó” a amigos y a extraños con una carta en la que amenazaba con dimitir porque no estaba dispuesto, según él, a jugarse la tranquilidad de su familia por seguir en el puesto. El mensaje tenía gran verosimilitud porque tocaba teclas sensibles que seguramente sienten todos los líderes políticos en algún momento de su mandato, unos más que otros…

Hoy, doce meses después la vida personal del inquilino de la Moncloa está mucho más tocada que entonces y no parece que vayan a remitir los problemas personales combinados con una cada vez mayor acción política que hace aguas debido tanto a los desastres como el apagón o los “secuestros” de miles de pasajeros en las vías férreas como a las exigencias, cada vez mayores, de sus socios que quieren salvarse como sea aunque sea a costa de hundir el barco.

Sánchez se ha demostrado ya a sí mismo que se puede desde La Moncloa se puede resistir a cualquier ataque por grande que este sea desde los poderes legislativo, judicial, empresarial o del informativo. Ha demostrado que todos los políticos, sean quienes sean, de derechas (PNV y Puigdemont) o de izquierdas (Sumar. IU, Podemos o ERC) tienen su precio. Y además que puedes cambiar de opinión, mentir o dormir con tu enemigo, sin que eso provoque un rechazo ciudadano serio. Todos sus antecesores hicieron lo mismo aunque él ha llevado esa política hasta el paroxismo. Algo parecido a lo que ha hecho RTVE con la contratación de Belén Esteban y la Familia de la Tele. Si no puedes vencer a tu enemigo cómpralo.


Noticias relacionadas