Diego Armario

¿Hacia unas terceras elecciones?

Jueves 30 de junio de 2016

Pedro Sánchez y Albert Rivera tienen mucho en común. Ambos son jóvenes, guapos , sectarios y ninguno de los dos ha dicho la verdad cuando afirmaban que harían todo lo que estuviese en su mano para que no se tuviesen que repetir las elecciones por tercera vez.



Realmente lo que querían decir los jefes de fila del PSOE y de Ciudadanos era que solo en el caso de que ganasen ellos, y juntos pudieran formar gobierno, aceptarían el resultado de la consulta.

Según estos dos jóvenes regeneracionistas de laboratorio, el mandato de los electores es que consigan que el Partido Popular se vaya a la oposición , aunque sea la única formación política que ha subido en votos y escaños mientras que PSOE, Ciudadanos han perdido apoyos en votos y en representación parlamentaria.

La frase del ínclito Sánchez ” No es no ¿Qué parte del No no ha entendido?” sigue resonando seis meses después , y aunque desde su partido hay voces significadas que constatan que el mandato de las urnas les ha situado en la oposición y que , por el bien de la sociedad, deberían aceptar ese resultado y dejar gobernar al PP , Sánchez parece sostener aquello de “antes muerta que sencilla”, y prefiere que se repitan las elecciones por tercera vez antes que permitir que gobierne la fuerza más votada.

La pregunta que habría que hacerle a Sánchez hoy es “¿Qué parte del sí no ha entendido?

Su obsesión por rematar la faena y convertir al Psoe en una isla mínima le perseguirá hasta su muerte política .

Rivera que le echa la culpa de su pérdida de votos a la ley electoral, olvidándose de que con esta misma ley sacó más votos y escaños hace escasamente seis meses, está acreditando que le viene grande su papel de líder para España. El jefe del partido naranja se ha retratado ya por dos veces, y el coste de su intransigencia con el resultado electoral, le sitúa en un espacio de indefinición política que puede llevarle a significar cada vez menos, porque los españoles lo que quieren es que por fin haya un gobierno eficaz y una oposición fuerte y responsable.

El debate sobre la sucesión de los liderazgos debe estar abierto y en política por lo general los que pierden elecciones pierden liderazgo, y los que las ganan, lo refuerzan.

Creo que Rajoy, después de tantos años en política deba ir pensando en irse y promover un cambio de liderazgo en su partido, pero también parece razonable que en el PSOE se lo hagan ver.

En Ciudadanos lo que necesitan es que su líder madure y entienda que no es lo mismo ser el Pepito grillo de Cataluña a actuar como un político que aspira a gobernar algún día en España