El callejón del Gato

Monserrat Gomendio: París vale 2 amores

Sábado 01 de agosto de 2015
Rica de familia por partida doble, con ilustres apellidos en el árbol español de los de siempre, Monserrat Gomendio Kindelan descubrió en 2012 que su jefe, que era ministro y se llamaba J.I. Wert era tan listo o más que élla, que acumulaba titulaciones con la misma facilidad que sus dos hijos hamburguesas. El amor creció entre planes escolares y Consejos de ministros hasta que, aprobada la Ley que nunca se estrenará por completo y ya está lista para ser cambiada, sus miradas se posaron en París y en la OCDE, que es un organismo al que se va a dedo y permite pasear por los bulevares que levantaron Daniel y los suyos en un lejano 1968, cuando debajo de cada adoquín había un sueño o una playa. En París se emborrachó hasta caer rendida la " generación perdida" norteamericana, y Picasso pintó con tiralíneas a sus seis amantes y a Gertrude Stein mientras les miraba Alice B. Tocklas. Nuestra Montse es más de Renoir que de Giacometti, y Nachowert es más de encuestas que de Bistrot en Saint Germain, pero siempre pueden enlazar sus manos frente al Sena mientras escuchan a Piaf y buscan la sombra del Jorobado en las almenas de Notre Dame.