GETAFE

Ayuntamiento pide aportaciones vecinales para obras de una plaza

Jueves 09 de julio de 2015
La remodelación de la plaza Tirso de Molina fueron paralizas en junio por la nueva alcaldesa por las protestas vecinales


El Ayuntamiento de Getafe pedirá a los vecinos aportaciones para mejorar el proyecto de remodelación de la plaza de Tirso de Molina cuyas obras paralizó en junio la nueva alcaldesa Sara Hernández tras las protestas vecinales en contra de lo aprobado por el anterior Gobierno municipal.

Por ello, la alcaldesa se reunirá con los vecinos este jueves, a las 20 horas, en el Centro Cívico Alhóndiga para buscar una fórmula que responda a las demandas ciudadanas y explicar cuál es la situación actual de las obras y qué aportaciones de cara a mejorar el proyecto se podrán realizar.

Desde el Ayuntamiento de Getafe se ha animado a todos los vecinos interesados a que participen en la reunión "para lograr de esa forma una propuesta consensuada que permita elaborar un proyecto positivo para el barrio de La Alhóndiga y para la plaza".

Los vecinos comenzaron las protestas a principios del pasado mes de mayo al considerar que el proyecto pretendía convertir la plaza "en un espacio cerrado, poco accesible, y que no permitía su utilización para la vida cotidiana del vecindario, rompiendo por completo la identidad cultural que caracteriza al barrio".

"El diseño no va a proporcionar una mayor seguridad a los vecinos como indica el proyecto", apostillaron, al tiempo que presentaron un plan de remodelación alternativo.

La empresa municipal Getafe Iniciativas (GISA) adjudicó a principios del pasado mes de junio las obras de remodelación a la empresa Constructora de Servicios Públicos S.A. por unos 400.000 euros y un plazo de ejecución de dos meses y medio, dentro del denominado Plan Urban de regeneración del barrio de La Alhóndiga cofinanciado por la Unión Europea.

A pesar de las protestas vecinales, el anterior Gobierno municipal continuó adelante con el proceso de adjudicación tras las elecciones municipales, después de que el exalcalde Juan Soler enviara una carta explicando que en la remodelación de la plaza "no sólo no se van a quitar árboles, sino que se van a plantar 61 árboles más y con una reforma muy bonita, hecha por dos arquitectas progresistas y modernas".

Además de la plaza, también se quería acondicionar un aparcamiento subterráneo de dos plantas, que tiene dos rampas de acceso rodado y dos casetas de acceso peatonal, así como pequeñas edificaciones y rejillas de ventilación.

Según constaba en el proyecto, "dada la importancia de este espacio urbano, como espacio de uso lúdico de los ciudadanos del barrio de La Alhóndiga, se considera conveniente proceder a la remodelación de esta plaza".

Asimismo, se señalaba que diversas deficiencias en el aparcamiento subterráneo, producidas por causas que se encuentran en la superficie de la plaza, "también hacen que esta remodelación sea conveniente".

En este sentido, según el proyecto, la prioridad era facilitar el tránsito y la estancia peatonal en el ámbito de la plaza, creando barreras frente al tráfico rodado circundante, suavizando las líneas del trazado y adaptándolas a una escala de movimiento humano.

También restaurando los elementos y espacios degradados por el paso del tiempo, implementando la vegetación para conseguir un entorno verde y mejorando la sensación de seguridad al circular por la plaza creando una gran superficie de coexistencia de uso peatonal.