NACIONAL

La misi�n imposible de Mariano Rajoy

Jueves 02 de octubre de 2014

Quieren que Mariano Rajoy se olvide de quien es, que reniegue de su pasado, que cambie de forma radical su estilo de hacer pol�tica. Quieren que entierre con una sola paletada la estrategia que le ha mantenido en primer plano de la actividad p�blica durante veinte a�os y que ha terminado por convertirle en presidente del Gobierno, cuando eran pocos o muy pocos los que hu.. bieran apostado por �l. Quieren que "El hombre tranquilo" se convierta en "Eduardo Manostijeras", una apuesta que considero poco menos que imposible.

La �ltima serpiente de este verano es casi apocal�ptica: el presidente del Gobierno y del Partido Popular se dispone a cambiar todo y al mismo tiempo, cambiar a medio Ejecutivo, con los ministros que m�s cambios legales han introducido en el pa�s a la cabeza, desde el de Hacienda al de Educaci�n pasando por el de Justicia, y dejando a los que parecen emboscados en la rutina de gobernar cuando no se tiene dinero para hacer grandes cosas y se trata de administrar lo poco que nos deja la crisis; y cambiar a media Ejecutiva del partido, como si para ello no hiciera falta m�s que su sacrosanta voluntad. Para que no queden dudas de las intenciones de los apostoles de tama�a mudanza en un hombre como Rajoy, s�lo una persona sale ganando de ese doble y brutal movimiento: la vicepresidenta del Gobierno, a la que ponen en un aut�ntico disparadero al plantear que a todas sus obligaciones en estos momentos deber�a a�adir las internas del PP.

Si se analiza con serenidad la situaci�n del presidente, de su gobierno y de su partido se llegar� a la conclusi�n que son muchas las cosas que les afectan y que se concentran, sobbre todo, en la econom�a y en el paro. Las dem�s, inclu�do el caso Barcenas, son manejables y transitorias por m�s que la oposici�n haya encontrado en ellas la mater�a en la que concentrar su ataques ante la falta de alternativas reales para la pol�tica econ�mica que han desarrollado sobre todo Cristobal Montoro y Luis de Guindos, que es donde est� el nudo gordiano de esta Espa�a de 2013.

Creo que Mariano rajoy se har�a un flaco favor moviendo piezas en este momento. Este llegar� tras las elecciones europeas y no antes, salvo que se quiera quemar a todos aquellos que llegar�an al gobierno o a la direcci�n del PP para tener que lidiar y afrontar los mismos problemas que los salientes. Tras los resultados europeos el presidente tendr� un dato concreto sobre el que edificar su pol�tica y sus mensajes hasta el a�o 2015, cuando el mismo tenga que someterse al dictamen de las urnas en los comicios generales. Se sabr� si Espa�a ha entrado de verdad en la senda de la recuperaci�n econ�mica; se sabr� hasta qu� punto y hasta d�nde llegan las investigaciones del juez Ruz con el probable cierre de la fase sumarial; se tendr�n buenos motivos para mover la estructura interna del partido al tener que poner nombres a la candidatura europea; y se sabr� en el PP quienes son de verdad los futuros adversarios que vyan a acompa�ar al PSOE de Rubalcaba en su labor de oposici�n, hasta qu� punto y en que circunscripciones electorales los votosde castigo y a favor, sobre todo, de UPyD hacen da�o al Partido Popular de cara a las futuras elecciones auton�omicas y municipales.

Las apariencias enga�an y hay mucho montaje pol�tico interesado en los mensajes que est�n llegando a los medios de comunicaci�n desde las �reas del PP. Es verdad que las relaciones entre Soraya S�enz de Santamar�a y Mar�i Dolores de Cospedal no son buenas, que las dos compiten por su propio futuro, pero no es menos verdad que ha sido Mariano rajoy el que las ha colocado y mantenido en esa posici�n, algo que a �l le permite manener su propio equilibrio en los dos ambitos que preside. Lo mismo ocurre con los ministros Montoro y De Guindos, con puntuales intevenciones en esas �reas de otros dos miembros del Consejo como son la titular de Trabajo y el titular de Industria. Incluso la crisis de Gibraltar le ha permitido al presidente poner en marcha su juego favorito al mantener equidistantes al responsable de Exteriores, Garc�a Margallo y al de Defensa, Pedro Moren�s.

Rajoy es un gallego paciente y tranquilo, de recorridos largos, poco o nada dado a cambios bruscos y mcuho menos que generen enfrentamientos y luchas generalizadas, todo lo cual ocurrir�a si se embarcara en esos cambios que se preconizan o anuncian. Ha hecho de su historia pol�tica un ejercicio constante de equilibrios, de dejar hacer a aquellos que nombra y le acompa�an, de enfrenar estilos y voluntades para que compitan a su mayor gloria y provecho. Pol�ticamente vivir� y morir� as�. Es el m�s consciente de todos de los tiempos que tiene por delante, de esos dos a�os en los que se jugar� su victoria o derrota a las generales del 2015. Tiene la mayor�a absoluta en el Congreso para mantener las fechas de la Legislatura y salvo que haya actuaciones judiciales en su contra o un desastre electoral en las europeas que propiciara una revuelta interna, tan posible como improbable, el es intocable. Puede decir a los m�s de los suyos las palabras que dej� escritas Miguel de Cervantes: "ladran, luego cabalgamos".