Un equipo de operarios, bajo la dirección de una arqueóloga, se encuentra trabajando en la preservación de la histórica calzada romana en Galapagar. Este esfuerzo tiene como objetivo abordar problemas significativos, como la acumulación de agua y la invasión de vegetación no autóctona.
16 de julio de 2025: El Ayuntamiento de Galapagar, en colaboración con el Área de Vías Pecuarias de la Dirección General de Agricultura, Ganadería y Alimentación de la Comunidad de Madrid, ha iniciado un ambicioso proyecto destinado a la recuperación medioambiental del «Cordel de las Suertes Nuevas o Las Cuerdas». Esta vía romana no había recibido atención durante más de ocho años.
Avances en los trabajos
Los trabajos se centran actualmente en el tramo que va desde la Carretera M-510 hasta la Carretera de Guadarrama, específicamente en una zona conocida como «El Toril». En este área, la calzada enfrenta serios problemas de conservación debido a la acumulación de agua y al crecimiento descontrolado de especies vegetales no autóctonas.
El principal propósito del proyecto es lograr una coexistencia entre el uso actual de esta vía pecuaria y su conservación histórica y medioambiental. Para ello, se están llevando a cabo diversas acciones que incluyen la eliminación de especies invasoras, poda fitosanitaria y limpieza del entorno. Además, se están delimitando áreas para prevenir el acceso vehicular y se implementará un sistema de drenaje para facilitar la evacuación del agua acumulada, protegiendo así la estructura original de la calzada romana.
Divulgación y restauración
Con el fin de resaltar la importancia histórica de esta vía, el proyecto también contempla la instalación de elementos informativos que describen los métodos constructivos utilizados por los romanos tanto en calzadas urbanas como interurbanas. Se prevé mejorar el mobiliario urbano, restaurar las talanqueras existentes e instalar nueva señalización que delimite claramente el ámbito de la vía pecuaria. Asimismo, se procederá a limpiar el puente de mampostería para facilitar el tránsito del agua y mitigar el impacto potencial de inundaciones sobre la calzada.
Todas estas intervenciones están supervisadas por una arqueóloga para garantizar la protección del patrimonio cultural. En caso de hallazgos históricos durante los trabajos, las obras serán suspendidas inmediatamente y se notificará a la Dirección General de Patrimonio Cultural. El proyecto también cuenta con el respaldo del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y su entorno, asegurando que todas las actividades cumplan con las normativas medioambientales vigentes.
Compromiso con el patrimonio
La concejal de Medio Ambiente, Paloma Lorenzo, ha destacado que este proyecto refuerza el compromiso del Ayuntamiento con la conservación del patrimonio histórico y natural. La recuperación de esta calzada no solo preserva parte importante de la historia local, sino que también mejorará su integración paisajística, promoviendo su uso como un espacio recreativo para vecinos y visitantes.
Sobre la Calzada Romana
La Calzada Romana en cuestión tiene una longitud aproximada de 200 metros y forma parte del Plan de Yacimientos Visitables impulsado por la Comunidad de Madrid. Este tramo pertenece a lo que se conoce como 'vía 24' o Itinerario de Antonino, que en el siglo III d.C. conectaba Emérita Augusta (Mérida) con César Augusta (Zaragoza). Está situada dentro del Parque Regional del Curso Medio del río Guadarrama, integrándose en la vía pecuaria conocida como Suertes Nuevas.