Rajoy veta a Ignacio González como candidato a presidir Caja Madrid

15/09/2009.-El líder del PP le ha comunicado a Esperanza Aguirre que él tiene ya el nombre de la persona que sustituirá a Miguel Blesa al frente de la entidad financiera.

jueves 02 de octubre de 2014, 12:47h
No lo quiso en la dirección nacional del PP y al cambiarlo en la misma por Alfredo Prada desató una de las crisis más graves en el gobierno autonómico madrileño. Ahora tampoco lo quiere como candidato a la presidencia de Caja Madrid y está a punto de convertir en imposible la remodelación de su gabinete que tenía pensada Esperanza Aguirre.

La figura de Ignacio González – con su cambio de look tras las vacaciones veraniegas – se ha convertido en el eje de todos los movimientos políticos, financieros y empresariales que pueden y deben hacerse en la Comunidad de Madrid. Cuando parecía que el pacto a tres bandas entre el PP, negociado por Antonio Beteta, el PSOE, negociado por Tomás Gómez, e IU negociado por Angel Pérez, estaba cerrado y el actual vicepresidente contaba con el beneplácito de las tres fuerzas políticas para suceder a Miguel Blesa, e incluso con una parte del voto sindical, el veto que aseguran le ha puesto el presidente nacional de los populares deja todo lo negociado hasta la fecha en nada, simples conversaciones y negociaciones que dejaban a un lado y “pasaban por encima” de los deseos del alcalde de la capital.

Los últimos movimientos de Alberto Ruiz Gallardón y su equipo sacando a escena los “derechos reales” de la Corona a nombrar el 20 por ciento de los delegados de la Caja no serían más que un “aviso” a tener en cuenta si los deseos de Rajoy no se satisfacían por parte de la presidenta regional. Bien es cierto que ya desde antes de las vacaciones, en el PP aseguraban que Aguirre había ofrecido a Rajoy su plena colaboración para apoyar al candidato que éste eligiera para la cuarta entidad financiera del país.

Vuelven a cobrar importancia y virtualidad los otros candidatos: Rodrigo Rato, Manuel Pizarro y Luís de Guindos. El primero tendría la mayor parte de las papeletas a su favor pese a los cuatro importantes consejos de administración en los que está presentes y que le reportan una más que saneada fuente de ingresos al año; el segundo, que se dispone a dejar el Congreso en breve tendría a su favor su experiencia en Ibercaja, pero en contra estaría la nula repercusión y apoyo que su elección tendría entre los militantes del PP; y al tercero se le achaca su más que excesivo perfil técnico y sus dudosos “exitos” como gestor de fondos e intereses norteamericanos en nuestro país.

La definitiva elección de Rodrigo Rato ( ex vicepresidente económico y ex director general del FMI ) por parte del PP contaría además con el añadido de resolver de un plumazo todos los inconvenientes que se han ido sucediendo en los últimos meses: no se podría oponer el Gobierno de Rodríguez Zapatero – que tendría un pacto personal con Rajoy de cara a la transformación de la cajas de ahorro - , ni podría oponerse el Banco de España con su gobernador a la cabeza, ni tendría argumentos en contra el actual alcalde de Madrid con sus exigencias sobre el nuevo reparto de poder con la Ley de Cajas, y sería visto con enorme agrado por el tejido empresarial, que cree que la Caja no está haciendo todo lo que podría de cara a ayudar a las empresas en estos momentos de crisis.

El pase de Ignacio González al mundo financiero, por deseo propio y por interés de la propia presidenta madrileña, le resolvía a Esperanza Aguirre el principal escollo para su anunciada y esperada crisis de Gobierno. La salida de su número dos a un puesto de la importancia de la presidencia de Caja Madrid, le dejaba manos libres para la igual salida de su número tres, Francisco Granados, que se quedaría como secretario general del partido y dedicado en cuerpo y alma a preparar las que se sospechan duras elecciones autonómicas y municipales del 2011, un fecha que parece lejana pero cuyas primeras escaramuzas de “campaña electoral” ya han comenzado por parte del líder del PSOE madrileño, Tomás Gómez, al intentar forzar a su partido a designar a sus candidatos en el próximo mes de octubre cuando desde la sede nacional de la calle Ferraz, provoca de José Blanco y Leire Pagín, le han hecho saber que hasta después de la presidencia europea por parte de España no se tocaría el tema de las listas.

Queda una última incógnita por resolver de cara a las candidaturas y movimientos dentro del Partido Popular de Madrid, que es la elección o no de la capital como sede olímpica, un tema que quedará resuelto en apenas quince días, cuando el COI haga saber su designación entre las tres principales opciones. Si Madrid es finalmente elegida, Ruiz Gallardón podría quedarse como candidato del PP en el 2011 y a la espera del resultado de las urnas del 2012 con la victoria o derrota de Rajoy, pero si es finalmente Brasil quien se lleva el gato al agua ( tal y como creen la mayoría de los expertos) , las posibilidades de cambio en las listas para el Ayuntamiento crecen espectacularmente y hay muchos en el PP que verían con muy buenos ojos un doble cambio de candidatos, tal y como hizo José María Aznar en el 2003. Así, de nuevo Gallardón lucharía por mantener la Comunidad bajo el signo de la gaviota, y Aguirre haría lo propio por el Ayuntamiento. En el entorno de Mariano Rajoy ya tienen hasta encuestas y análisis en ese sentido y es una de “jugadas” que creen tendría muchas opciones de doble victoria.
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