El virus de Chikungunya es una enfermedad viral que se transmite a través de la picadura de mosquitos del género Aedes, en particular de las especies Aedes aegypti y Aedes albopictus, comúnmente conocido como mosquito tigre. Estos insectos son más activos durante el día y también son responsables de la transmisión de otros virus, como el Dengue y el Zika. La infección ocurre cuando un mosquito infectado pica a una persona susceptible.
Estas especies de mosquitos están ampliamente distribuidas en regiones tropicales de África, Asia sudoriental y el subcontinente indio, así como en la región del Pacífico. Desde 2013, han sido introducidas en las Américas. En Europa, desde 2017 se han registrado varios brotes autóctonos del virus chikungunya, lo que ha llevado a una expansión notable de estas especies por el continente, incluyendo España.
Presencia en España
En territorio español, el vector competente para la transmisión del virus es el Aedes albopictus, que se encuentra principalmente en la costa mediterránea y en las Islas Baleares. En la Comunidad de Madrid, esta especie fue detectada por primera vez en 2017 a través del Sistema de Vigilancia Entomológico. Desde entonces, su presencia se ha ido extendiendo a varios municipios; recientemente, en junio de 2025, se identificó su presencia en San Sebastián de los Reyes.
A pesar de que hasta ahora no se han reportado casos autóctonos del virus chikungunya en España durante 2025, sí han existido casos importados. En julio pasado, se notificó un caso en Hendaya (Francia), cerca de la frontera española.
Prevención y síntomas
Aunque actualmente la probabilidad de un brote significativo en España es baja, las autoridades sanitarias consideran importante tomar medidas preventivas para evitar su propagación. Los síntomas del chikungunya suelen aparecer entre tres y siete días después de ser picado por un mosquito infectado. La fiebre repentina y los intensos dolores articulares son los más característicos; aunque generalmente desaparecen en una semana, los dolores articulares pueden persistir durante meses. Es relevante señalar que esta enfermedad no es contagiosa entre personas.
Desde el Servicio de Salud se recomienda a la población adoptar varias medidas preventivas. Para evitar las picaduras de mosquitos:
- En interiores: Mantener las luces apagadas si hay ventanas abiertas, utilizar aire acondicionado o ventiladores y colocar mosquiteras en puertas y ventanas. Se aconseja también usar difusores eléctricos de insecticidas si es necesario.
- En exteriores: Cubrir la piel con ropa adecuada y mantener una buena higiene personal para evitar atraer a los mosquitos con sudor u olores corporales; además, se deben evitar colonias o perfumes fuertes. El uso de repelentes puede ofrecer protección adicional.
Mantenimiento del entorno
Para prevenir la proliferación de estos mosquitos es crucial eliminar posibles criaderos. En áreas urbanas y suburbanas, especialmente aquellas con jardines, los recipientes que acumulan agua estancada (como macetas o piscinas inflables) son ideales para su reproducción. Por ello, es fundamental mantener estos lugares limpios y secos.
Cualquier persona que haya sufrido picaduras y presente síntomas como fiebre o dolor articular debe consultar con profesionales sanitarios para recibir atención adecuada.