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El BOCM publica la incoación del expediente para la declaración BIC la antigua fábrica de Clesa

El BOCM publica la incoación del expediente para la declaración BIC la antigua fábrica de Clesa

miércoles 13 de marzo de 2024, 11:45h
El entorno de protección está formado por la parcela en la que se ubica el propio inmueble y la parcela colindante, unida con la anterior sin separación física de ningún tipo, que no incorpora ninguna edificación

El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) publica este miércoles la incoación del expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento de la antigua fábrica de Clesa en la capital.

Las partes existentes de la fábrica y comprendidas en la parcela protegida las dos naves principales, el bloque de recepción de visitas y oficinas en forma de L situado en los lados norte y oeste, el pabellón de servicios y comedores unido por galería acristalada al anterior y ubicado en la esquina noroeste, el bloque sur de fabricación de mantequillas y yogures, el bloque exento de recepción de leche y laboratorios, los sótanos de almacén bajo las naves y el espacio de doble altura bajo el ala oeste de las oficinas y la estructura exenta de hormigón destinada a los equipos de refrigeración.

El entorno de protección está formado por la parcela en la que se ubica el propio inmueble y la parcela colindante, unida con la anterior sin separación física de ningún tipo, que no incorpora ninguna edificación.

Asimismo, forman parte del entorno, parcialmente, la carretera que discurre al norte del complejo y el camino de dominio público también al norte del complejo, señala el expediente publicado en el BOCM.

El inmueble objeto de declaración se encuentra actualmente sin uso. No obstante, el uso asignado en la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbana de Madrid (PGOUM) vigente es el de dotacional de servicios colectivos en su clase de equipamiento de carácter singular.

Para esta clase de equipamiento se contemplan en el mismo PGOUM (Artículo 7.10.3) las tipologías educativo, cultural, salud, bienestar social y religioso. Aunque las posibilidades que representan las tipologías reseñadas son muy diversas, en teoría prácticamente todas ellas podrían ser asumibles dadas las características de grandes luces, diafanidad y regularidad de los espacios del edificio, aunque con diferentes grados de adecuación, señala el expediente.

No obstante, tal y como establece el Art. 39.5 de la Ley 8/2023, de 30 de marzo, de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid, la utilización de los Bienes de Interés Cultural y de los Bienes de Interés Patrimonial quedará subordinada a que no se pongan en peligro los valores que justifican su protección legal.

Consiguientemente, subraya que los futuros usos "deben quedar subordinados a que no se pongan en peligro los valores que justifican su protección como Bien de Interés Cultural", pudiéndose autorizar aquellos que no desvirtúen su imagen o su carácter, "siempre que se respeten sus valores arquitectónicos, artísticos e históricos y no alteren en esencia su configuración espacial interior y envolvente exterior".

CONSERVAR ELEMENTOS QUE MANTENGAN "LA MEMORIA FABRIL" DEL EDIFICIO

"La conservación de elementos que permitan mantener la memoria fabril del edificio sería, entre otros, uno de los rasgos importantes para tener en cuenta en su futura reutilización", recoge el texto de la Comunidad.

La antigua fábrica de Clesa en el distrito de Fuencarral-El Pardo, supone una de las obras clave del arquitecto Alejandro de la Sota y de la primera arquitectura moderna española.

El edificio ha sido reconocido internacionalmente por su innovación y aportaciones técnicas a la arquitectura industrial. El proyecto se firmó en septiembre de 1958, conjuntamente, por de la Sota y el ingeniero agrónomo Manuel Ramos Amieva, dado que su destino era la elaboración de productos lácteos.

Al anunciarse el inicio de los trámites, la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte subrayó que esta protección BIC incluye el entorno del inmueble que abarcaría la parcela del edificio y la colindante que forma parte del complejo para "evitar que se pierda la percepción y comprensión cultural".

El Gobierno regional consideró, no obstante, que no es necesario hacer extensiva la declaración al resto de parcelas colindantes porque el suelo está clasificado como urbanizable de especial protección.

El pasado 30 de octubre, los grupos municipales en el Ayuntamiento de Madrid habían instado a la Comunidad de Madrid a incoar el expediente para la declaración de la antigua fábrica Clesa como BIC, iniciativa que salió adelante con los votos a favor de todos los grupos y cuya incoación se encuentra ya en marcha.

UN HITO EN LA MODERNIZACIÓN DE LOS HÁBITOS ALIMENTICIOS

La fábrica supuso también un hito en la modernización y mejora de los hábitos alimentarios de la población en su promoción del consumo de leche tratada e higienizada de forma industrial. Se convirtió en objeto de visita de los escolares de la época que admiraban la modernidad, monumentalidad y pulcritud de sus instalaciones.

Destaca la disposición tripartita en naves para los diferentes usos. Un primer bloque albergaba la elaboración y almacenamiento de productos y la oficina administrativa. Como cuerpos separados, pero unidos al edificio principal mediante elementos de conexión elevados, está la nave de recepción de leche y un pabellón de vestuarios y comedores del personal.

El inmueble cumple así con todos los nuevos valores de la arquitectura moderna como la responsabilidad social y compromiso con el oficio, la creación de ambientes para el bienestar de las personas o la integración con el lugar.

Por su parte, el diseño es ejemplo de concepción integral e integrada en todas sus partes, pero adecuado a los restrictivos medios técnicos y materiales disponibles. Así, el arquitecto empleó una solución de revestimiento con aplacado de hormigón para toda la fachada, frente al ladrillo que seguía siendo el material predominante.

La antigua factoría de Clesa, que cesó su actividad en 2011, ocupa un terreno de más de 10.000 metros cuadrados en la avenida del Cardenal Herrera Oria y se construyó a finales de la década de los 50 para el embotellado de leche de esta empresa de origen burgalés.

Desde su apertura en 1962 se convirtió en punto de referencia de la zona norte de Madrid, especialmente en el distrito de Fuencarral-El Pardo por su calidad, tamaño y el moderno diseño, uno de los mejores ejemplos de arquitectura industrial española del siglo XX y de las primeras edificaciones realizadas con hormigón pretensado.

Alejandro de la Sota, (Pontevedra 1913-Madrid 1996), ha sido referente de varias generaciones de arquitectos españoles. Entre sus obras más señaladas, además de la fábrica de Clesa, destaca el Gimnasio del colegio Maravillas de Madrid, declarado BIC en 2017.

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