Lagarde exhorta a los bancos a trasladar las subidas de tipos a la remuneración de los depósitos

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, espera que los bancos comiencen a reflejar la subida de los tipos de interés en todos sus productos, incluidos también los depósitos de sus clientes. Hasta la fecha, la entidades apenas han movido ficha en este sentido optando en su lugar por los fondos de rentabilidad objetivo, una situación que ha dado lugar a la fiebre por las Letras del Tesoro y a otras alternativas.

"Queremos que nuestras alzas de intereses se trasladen al sector financiero, incluidos los bancos. Mi esperanza es, porque queremos que la transmisión monetaria se canalice a través de la economía, que los bancos también reflejen esas subidas de tipos de interés en su remuneración de los depósitos", ha subrayado Lagarde en un entrevista con 'The Economic Times', en la que ha reiterado su intención de continuar con las subidas de los tipos para contener la inflación.

En cuanto a la política monetaria del BCE, la francesa ha recordado que la institución ha aumentado los tipos desde el pasado mes de julio a un ritmo y tamaño sin precedentes y ha reiterado que se llevarán a cabo más subidas si es necesario para devolver la inflación a la meta del 2% de manera oportuna.

"Llevará lo que llevará. Lo que sé es que vamos a devolver la inflación al 2%. Y queremos no solo devolverla al 2%, sino mantenerla allí de manera sostenible", ha afirmado, señalando que los tipos de interés son la herramienta más eficiente en las circunstancias actuales. En cuanto a la respuesta fiscal, Lagarde ha insistido en que los gobiernos deberían asegurarse de que sus medidas de apoyo sean temporales y dirigir su apoyo a las personas que más lo necesitan. "Temporal, específico y personalizado. Esos son los tres principios clave", ha resumido.

Este cambio ha permitido moderar el crecimiento de la inflación en la eurozona por tercer mes consecutivo hasta el 8,6%, su nivel más bajo desde junio del año pasado, justo antes de que se iniciase el giro de timón en la política monetaria. Con ello, la subida de precios se contiene desde el 9,2% que alcanzó de media en diciembre entre los países que comparten moneda, si bien la inflación subyacente (que excluye de su cómputo componentes más volátiles como la energía o los alimentos frescos) marca un nuevo máximo histórico en el 5,3%, lo que da más argumentos a la entidad que capitanea Christine Lagarde para seguir adelante con su política monetaria restrictiva.