La serie de tratamientos como cremas, sérums, y demás se trata comúnmente como algo frívolo y prescindible, pero la realidad es diferente. Todos ellos son herramientas para mantener la piel saludable, y no tanto mantener una buena estética. De hecho, la apariencia tan suave es el resultado de un cuidado que prioriza la salud.
Los síntomas de una buena salud son la suavidad, el brillo y una buena hidratación. Una piel descuidada es propensa a sufrir algunos problemas habituales como quemaduras, acné o simplemente estar reseca. A largo plazo, esto se convierte en una piel demasiado delicada.
Se trata de contribuir con los procesos naturales que ya hace nuestro cuerpo. Cuesta poco comprar los tratamientos en una farmacia online en Madrid y seguirlos a diario si nuestra salud está involucrada.
¿Por qué es importante cuidar la piel?
La piel es el órgano más extenso del ser humano, y probablemente el más desprotegido. Es la primera capa que tiene el cuerpo para protegerse de estos agentes externos como los rayos del sol y la contaminación. Por ello, tiene mecanismos para renovarse constantemente
A pesar de funcionar bien, los mecanismos de regeneración celular se han quedado insuficientes para el estilo de vida que tenemos en la actualidad. La rutina de cuidado es importante para ayudar a que la piel se dañe menos y que su esfuerzo para renovarse sea menor y más eficiente.
La piel se desprende a diario, lo que implica que la capa más externa varía podría estar sana un día y al siguiente no. Por supuesto, dejar pasar unos días sin prestarle atención al rostro no va a significar que se dañe en realidad porque se va a renovar la piel otra vez con la misma rapidez.
En el proceso de limpieza se retiran las impurezas que dejan el maquillaje, la contaminación y el exceso de sudor y grasa, además de la parte más externa de la piel que comienza a desprenderse. Aquí se despejan los poros para que se haga de forma correcta el proceso de regeneración celular.
Lo siguiente es ayudar a que la piel se mantenga joven y no se renueve de forma tan agresiva como respuesta a los agentes externos. De esta forma, se mantiene joven y elástica durante más años.
Usar productos de buena calidad
La piel del rostro es sumamente sensible. Cualquier producto que apliquemos en ella tiene un efecto notorio desde el momento de la aplicación. Se va volviendo más evidente a medida que pasa el tiempo, y notamos que la piel quizás no está tan brillante y suave como debería, a pesar de todos los cuidados.
Además, las pieles particularmente sensibles están más expuestas a todo lo que le aplicamos. Los productos de buena calidad son hipoalergénicos y están testados dermatológicamente para comprobar que ningún tipo de piel tenga una reacción adversa. Y esto solo lo hacen los productos con alto control de calidad.
Siempre será preferible adquirir cosméticos Apivita, hechos con ingredientes de calidad y sin ningún componente dañino para la piel. Esta clase de productos también tiene como prioridad dejar respirar las células de la piel del rostro, además de contener activos para facilitar la absorción de los nutrientes.
En la fabricación de los cosméticos de alta calidad se cuidan todos los pasos, siguiendo las nomenclaturas y reglamentaciones internacionales para garantizar la buena salud de la piel. Medik8 va un paso más allá e integra principios activos naturales en sus fórmulas modernas, dando como resultado una visión más integral que busca también embellecer la piel.
Los cuatro pasos básicos de la rutina de cuidado
Las rutinas de cuidado para el rostro son más o menos similares entre sí, con algunas salvedades menores. Algunas personas integran unos pasos adicionales, dependiendo de su tipo de piel y su uso del maquillaje, pero todas mantienen la misma base:
- Limpiar. Aquí se eliminan la suciedad, el sudor, el sebo, y el maquillaje y se prepara la piel para el resto del cuidado. La piel limpia tiene los poros abiertos y despejados, por lo que también es capaz de absorber con mayor facilidad los componentes activos de los tratamientos.
- Tonificar. Sirve para eliminar los restos de piel muerta que se desprenden día a día, y se hace con una loción suave y una compresa de algodón.
- Hidratar. Se aplican cremas hidratantes para reponer el agua que se pierde de forma natural por el sol. Usualmente se usa una crema específica en el contorno de los ojos.
- Proteger del sol. Los protectores faciales se deberían utilizar a diario, incluso en los días en los que no hay mucho sol. Es lo que evita que se queme en exceso la piel.
Hay rutinas diurnas y nocturnas, otras para remover el maquillaje y hasta para tratar problemas puntuales como el acné. Lo más importante es conocer el tipo de piel, buscar los productos apropiados y de buena calidad, y ser constante en el cuidado.
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