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Casado “renueva” el PP con Aznar para frenar a Ayuso
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Casado “renueva” el PP con Aznar para frenar a Ayuso

lunes 13 de septiembre de 2021, 11:56h
Ya tenemos de regreso a la arena política al más genuino representante de la evolución de la derecha española: José María Aznar López, quien tras “coquetear “ con Santiago Abascal y Albert Rivera ha aceptado que la mejor opción del PP para volver al poder en las próximas elecciones generales es Pablo Casado.La presidenta madrileña tendrá que esperar.

Aznar supo llegar al poder por la mínima, supo administrarlo para conseguir una mayoría absoluta, y supo dejarlo para que en este país hubiera de hecho y casi de derecho una alternancia en el la administración del estado. Dejó de heredero a Mariano Rajoy y terminó enfrentado a él. Perdido en el aluvión del 15M y la crisis de la derecha esperó hasta que la llegada de Pedro Sánchez y la situación de España le han hecho acpetar la oferta del actual presidente de su partido, el hombre al que tuvo a sus órdenes durante años y al que “crió” con mismo desde FAES.

Ahora que desde las filas de un renacido PP comparan a Pablo Casado con Cánovas del Castillo habría que recordarles que si alguien tuviese que ostentar esa dudosa comparación, ese sería Aznar. Siempre que estemos dispuestos a colocar al otro lado a un Práxedes Sagasta, inexistente en las filas socialistas.

Para alcanzar la victoria Aznar tuvo la paciencia de esperar. Dos derrotas y la virtud de unir a todo el espectro del centro derecha, lo que no había conseguido Fraga Iribarne, el gran y primer patrón de lo que hoy es el Partido Popular. Desde la presidencia de Castilla y León y bien apoyado por su pequeño pero efectivo grupo de incondicionales se alzó con el liderazgo del partido y de ahí a La Moncloa. Tardó seis años en los que no paró de clamar y reclamar por la salida del “señor González” desde la tribuna del Congreso y desde los medios de comunicación.

Ha vuelto tras el ostracismo al que le sometió Mariano Rajoy, su elección sucesoria, y lo ha hecho para sentar doctrina y amparar, ayudar, sostener e influir en Pablo Casado. Este le reconoce todo lo que hay que reconocerle al auténtico líder, que quiso irse pero no desaparecer. Ni él, ni ninguno de los ex que se sentaron en primera fila para escuchar el diálogo entre los dos presidentes del partido. El ayer y el hoy.

Si José María fue duro con el líder del PSOE y del gobierno socialista, Pablo no quiere serlo menos. Y acusación por acusación ha ido un paso más allá desde la tribuna del Congreso y le ha dicho a Pedro Sánchez que es responsable de todos los males de España, desde lo mque llama golpe de estado que se produjo en Cataluña hasta el tratamiento de la pandemia. A partir de ese instante, el slogan ha calado en todos y cada uno de los futuros candidatos electorales, con el consiguiente concurso para ver quién es aún más duro, radical y apocalíptico que su presidente.

Aznar , que se había alejado del partido en el que mandaba Rajoy, soportando que le llamaran traidor por sus piropos hacia Albert Rivera, sabe y así se lo hace saber a los que han vuelto a ser suyos que sólo desde la unidad de toda la derecha se puede alcanzar el poder. Para conseguirlo ha dejado de alabar al líder de Ciudadanos y ha puestos a Casado a hacerle guiños a Abascal y a Vox. Está remando en la dirección contraria de lo que hizo en 1990 a partir del Congreso de Sevilla. Entonces se trataba de llevar al partido al centro, ahora se trata de llevarle hacia la derecha confiando en que el centro se quedará por la falta de alternativas.

Si acierta conseguirá junto con Casado que el PP pueda aspirar de nuevo a sentarse en La Moncloa, aumente el poder que tiene en Autonomías y Ayuntamientos y se pare la sangría que estaba teniendo por la derecha y por la izquierda, tanto hacia la decadente Ciudadanos como recientemente hacia Vox. Si fracasa Casado tendrá que poner sus esperanzas en la presidenta madrileña, siempre que Isabel Díaz Ayuso mantenga el poder y la visibilidad internacional que ha conseguido en apenas cuatro meses.

Hasta final de año y como máximo hasta diciembre de 2022, desde Andalucía a las elecciones generales pasando por el abrumador mayo que nos espera en 2023, la referencia intelectual y estratégica del PP va a ser José María Aznar, abandonadas en parte las sombras en las que se movía, para bien o para mal. Y la punta de lanza, el adalid de la misma será Pablo Casado. Si Fraga rompió en Sevilla la carta que le había ofrecido su sucesor para que la utilizara en caso de fracaso, hoy en Madrid no hay carta de dimisión aplazada en caso de derrota. Lo que está dentro del PP es una parecida sed de venganza aplazada por parte de los que perdieron, con la moción de censura de los 180 votos de Pedro Sánchez, un poder que creían tener garantisadong durante muchos años.