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Familias del colegio de Arganzuela junto a concinas industriales dicen que Urbanismo se desentiende

Familias del colegio de Arganzuela junto a concinas industriales dicen que Urbanismo se desentiende

jueves 22 de abril de 2021, 12:48h
Reclaman parar la concesión de licencias y aprobar una regulación que impida que esta actividad pueda instalarse junto a un colegio

La plataforma que reúne a familias del colegio público Miguel de Unamuno y vecinos del entorno de la calle Alejandro Ferrant, en Arganzuela, han reprochado al delegado de Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Madrid, Mariano Fuentes (Cs), que se esté desentendiendo de sus problemas, además de caer en contradicciones en relación a la instalación de cocinas industriales en la zona.

Ayer la plataforma se reunió con representantes municipales, como Fuentes y la concejala-presidenta del distrito, Cayetana Hernández de la Riva (PP), a quienes les transmitieron sus demandas principales, "paralizar el otorgamiento de la licencia hasta que haya una regulación en profundidad de la materia y aprobar una regulación en que, entre otras muchas cosas, este tipo de actividad industrial no pueda instalarse al lado de un colegio", han indicado en un comunicado.

Las familias y la vecindad de Arganzuela se sienten "solas" dado que el delegado "se desentiende de las cocinas fantasma de Alejandro Ferrant". Tras la reunión salieron con la sensación de que Fuentes "no van a ofrecer una solución como la paralización de las licencias de las cocinas fantasma, como sí han hecho en otras ciudades".

En el encuentro, el titular de Desarrollo Urbano "reconoció que no hay un estudio de impacto medioambiental específico de la actividad de estas cocinas porque aún no están en funcionamiento". "Le pasó la pelota al delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, para que sea éste el que proteja a los niños del colegio Miguel de Unamuno", han añadido.

La reunión, ha explicado la plataforma, "acabó sin ninguna propuesta por parte del Ayuntamiento, que confirmó que no piensa hacer nada para ayudar a las familias y vecinos afectados, más que recoger los estudios científicos de impacto medioambiental que se están elaborando (por la entidad ciudadana) para hacerlos llegar al área de Medio Ambiente".

CONTAMINACIÓN EN EL COLEGIO

Las familias y vecinos temen que las cocinas emitirán partículas PM10 y PM2.5, además de óxidos de nitrógeno y azufre. Expertos consultados por la plataforma consideran que es "muy difícil que esas chimeneas filtren estas partículas y que por la geometría del patio, cuando se emita de manera continuada, esos contaminantes nocivos se van a quedar residualmente en el patio del colegio".

Mariano Fuentes transmitió a las familias, como han trasladado ellas en un comunicado, que no se alarmen porque no hay un estudio concreto del impacto, negativo o no, de lo que van a suponer estas cocinas.

"Las familias están alarmadas precisamente por esto, porque no se conoce el impacto real de una industria de este calibre al lado de un colegio y no quieren exponer a sus hijos a un peligro potencial cuyo alcance real se desconoce ahora mismo", han apostillado ellas.

La plataforma recuerda al concejal de Urbanismo el artículo 10 de la Ordenanza de Movilidad Sostenible, que llama a proteger "especialmente a las personas menores de edad" adoptando "en particular medidas de protección en cuanto al diseño viario, la señalización y el control de la disciplina viaria en los espacios y vías que éstas utilicen en torno a guarderías, colegios...".

EMISIONES DE GASES Y MÁS PROBLEMAS

Además de los problemas que van a generar las emisiones de gases, la plataforma ha puesto de manifiesto otras consecuencias, reconocidas por Fuentes, como problemas desde el punto de vista de la movilidad, ruidos y olores.

"El concejal de Urbanismo se contradice diciendo a la vez que las cocinas fantasma están reguladas mientras reconoce en declaraciones a medios que este tipo de negocio deben estar regulados y encontrar un hueco en el Plan General", han destacado desde la plataforma.

Familias y vecindad insisten en que "la pared de un colegio no es lugar para una industria y la única solución posible para impedir que los niños del colegio Miguel de Unamuno convivan con ello es una solución política".

Así lo trasladaron las coportavoces de la plataforma, Noelia Cabezas e Iris Arisa, que han expresado el rechazo a "la falta de soluciones ofrecidas por el concejal de Urbanismo y la concejala del distrito". Seguirán reivindicando "un espacio seguro y saludable para los niños y vecinos afectados por estas granjas de cocinas fantasma que han empezado a proliferar en la ciudad de Madrid".

El próximo día 2 de mayo está convocada una manifestación desde el colegio Miguel de Unamuno hasta la Casa del Reloj para expresar la "preocupación e incertidumbre ante la inacción del Consistorio municipal por la futura contaminación de las granjas de cocina fantasma y el aumento de tráfico que generarán motoristas, furgonetas y riders durante el horario escolar".

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