Los delincuentes amenazaron con los cuchillos a una de las empleadas, que pudo salir de la farmacia y pedir ayuda. La otra dependiente también quiso marcharse y así se lo imploró a los atracadores pero fue abordada por uno de los ellos, quien le asestó varias cuchilladas en las manos
Un
ladrón cortó el dedo a una farmacéutica durante el robo con violencia que sufrió hace unos días en el establecimiento donde trabajo, situado en el madrileño barrio de la Concepción, ha informado este miércoles a Europa Press una portavoz de la Jefatura Superior de la Policía de Madrid.
El atraco tuvo lugar sobre las 10.30 horas del 29 de enero en el número 34 de la calle Esteban Mora, en el distrito de Ciudad Lineal. En un momento dado, dos ladrones llegaron a la farmacia con sendas armas blancas tras asaltar un supermercado cercano, donde no habían sustraído mucho dinero.
Los delincuentes amenazaron con los cuchillos a una de las empleadas, que pudo salir de la farmacia y pedir ayuda. La otra dependiente también quiso marcharse y así se lo imploró a los atracadores pero fue abordada por uno de los ellos, quien le asestó varias cuchilladas en las manos, seccionándole la falange del dedo corazón de la mano izquierda.
Los 'cacos' intentaron llevarse la caja registradora pero no pudieron arrancarla. Al escuchar los gritos de los vecinos, que habían llamado ya al 091,m los dos ladrones huyeron a la carrera y entraron a la boca de Metro de Barrio de la Concepción, donde los agentes poco después lograron identificarlos y detenerlos cuando se acababan de subir al vagón, ha detallado el diario 'El Mundo'.
La herida se trasladó corriendo hasta el cercano centro de salud cercano de la calle de Canal de Panamá, desde donde fue evacuada al Hospital Ramón y Cajal. Poco después acudieron a la farmacia agentes de la Policía Científica para la inspección ocular. Allí descubrieron en el suelo un trozo de falange, que llevaron siguiendo el protocolo de frío, al hospital, donde los cirujanos consiguieron reimplantar a la víctima.
Los dos asaltantes arrestados son viejos conocidos por la Policía, peligrosos toxicómanos de 52 años de edad y con más de una veintena de antecedentes por hechos similares, han indicado las mismas fuentes.
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