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Las necesidades ocultas de los pactos del poder
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Las necesidades ocultas de los pactos del poder

miércoles 05 de junio de 2019, 11:06h
Son propias, imprescindibles, ocultas y decisivas para negociar los pactos que dan el poder tras las elecciones. Los nueve dirigentes políticos las tienen y justifican y explican sus movimientos.

1.- Pedro Sánchez necesita gobernar. Con sus 123 escaños no le basta. Quiere una investidura por mayoría absoluta a la primera. Con Ciudadanos suma 180 votos. Esa misma suma se la dan Podemos, ERC y el PNV. Puede contar con Bildu pero no le gusta, Navarra está por medio. Y canarios y cántabros apenas suman. Puede marcar los tiempos como hizo Rajoy pero la sombra del político gallego es muy grande. LO sabe mejor que nadie. Mejor a la segunda, por mayoría simple, que cansar a los españoles con más urnas. La Monarquía y Felipe VI le necesitan. Es el stop republicano, con retoques pero tan útil como la vieja fotografía de la habitación del hotel Palace en el otoño de 1982. ¡ Felipe y Alfonso, tan mayores !.

2.- Albert Rivera necesita gobernar. Para hacerlo él de forma personal sólo tiene un camino, Pedro Sánchez. Querría evitarlo pero no puede. Si gobiernan algunos de los suyos en Autonomías y Ayuntamientos su poder central disminuirá. Aparecerán alternativas, como ya está pasando en Andalucía. Los suyos, que son dirigentes de Ciudadanos quieren también gobernar. Y puede que las exigencias del líder les molesten. Mantenerse como segundón le pasará la misma factura que en 2015 y 2016. Lento tobogán hacia el suelo. Y Cansancios liberales por un lado y socialdemócratas por otro. Europa no es Roma, pero tampoco paga a traidores.

3.- Pablo Casado necesita que gobiernen una parte de los suyos. El lo tiene imposible a nivel nacional. Deberá esperar cuatro años salvo que se convoquen nuevas elecciones ante la imposibilidad de Sánchez de salir investido del Congreso. El tiempo juega su favor frente a Ciudadanos y Vox, si mantiene la primogenitura de la oposición. Madrid es su gran y única baza para impedir que triunfen las conjuras internas. Hará lo posible y los imposible para ello. Cualquier renuncia, cualquier pacto con Vox, que es la llave, pequeña pero real, será bienvenido. Sobrevivir es lo importante. Ya vendrá el tiempo de la guadaña, que para eso está el campeón de los huesos de aceituna.

4.- Pablo Iglesias necesita gobernar. No que gobiernen los suyos. Esa es la segunda de las variables. Sin poder personal y sin influencia sus adversarios internos lo devorarán. A él y a Irene Montero. Sin poder, Podemos se autodestruirá. Lo sabe, al igual que lo saben Errejón, Rodríguez, Espinar...Poder o canibalismo interno, desde Cádiz a Barcelona, desde Valencia a Santiago de Compostela. Con Madrid, siempre Madrid en el centro del laberinto. Su salvador se llama Sánchez y su salvoconducto está sellado con renuncias y relaciones independentistas. Ministro sin cartera si es posible durante 4 años. Versos de Calderón, que la vida es un sueño.

5.- Santiago Abascal necesita gobernar por delegación. De forma personal no estará en ningún gobierno pero consigue que sus segundos y terceros lo estén o terminará devorado por el PP. Su tiempo tiene fecha de caducidad. Cuatro años para consolidarse o ver como sus votos vuelven a la “madre” popular. Andalucía era la sorpresa, el experimento y la realidad. Simple cortejo de un Moreno Bonilla y un Juan Marín que sueñan con llegar a 2022 felices y contentos. Horas de telediario camino del cementerio electoral. Si se conforma con sentarse a escuchar, dejarán de escucharle. Muerte lenta o salvación rápida es lo que le dan los números.

6.- Iñigo Urkullu necesita que Sánchez gobierne. El PNV tiene el control político del País Vasco y quiere mantener su larga estrategia nacional con rotunda victoria autonómica en septiembre de 2020. Paso a paso hacia un encaje federal pactado y sin alardes. Dentro de una reforma constitucional. Camino político y bolsillo económico. Con Bildu de amenaza fantasma y efectiva. Un territorio, tres provincias y una “cuarta” , Navarra en su propia y larga espera. Su espíritu es el de la Compañía de Jesús. Su tiempo, el de la Iglesia. Eternos ambos.

7.- Joaquim Torra, en su papel de heraldo, necesita a Puigdemont y los dos necesitan gobernar en Cataluña. Son dos provisionales en tiempo de descuento. Sus votos se les han escapado entre los dedos y temen más a su izquierda republicana que a su derecha estatal. Suspiraron por la huída a Madrid de Arrimadas y ponen velas para que Junqueras siga en prisión. La paz, los acuerdos, los pactos son su peor enemigo. Sin confrontación no hay proyecto independentista. Y no tienen otro. Su burguesía está harta. Su izquierda ni les mira. El ahora o nunca de finales de 2018 ya se ha cumplido. Nunca.

8.- Oriol Junqueras necesita ser libre y necesita elecciones en Cataluña. La imagen del martirio está bien pero por poco tiempo. En prisión su fuerza como líder disminuirá frente a otros como Gabriel Ruffian. No por traición. Por puro pragmatismo. Mandela era una imagen entre dos razas y dos naciones en un mismo país. España no es Sudáfrica, ni esta España de 2019 es la España de 1931. Su alivio a corto plazo está en el resultado de las urnas, pero Estrasburgo se puede convertir en su sueño roto de verano y el juez Marchena y el fiscal Zaragoza en dos grilletes para 20 años. Hombre de rezos y mejor comer niega la violencia. Al igual que Pablo de Tarso.

9.- A.Núñez Feijóo necesita a las meigas al igual que Macbeth necesitó a las tres brujas. Tiene que decidir si en septiembre de 2020 vuelve a defender su “corona” gallega o se retira de la contienda vistos los resultados de la triple cita con las urnas de esta primavera. No ha querido competir por la presidencia nacional del lastimado PP para evitar las dagas que siempre vuelan en la Villa y Corte dispuestas a segar gargantas. Balura, Marimanta, Feiticeira, Lurpia, Vedoira, Cartuxeira, Moucha,Aquelarre, Aureana y Moura se reparten maldades y presagios, curvas narices y bellezas deslumbrantes, cada una provista de un engaño y una tentación. Terminará haciendo caso a Eva Cárdenas, la musa de carne y hueso que lo dejó todo por su amor. Y hará bien.