Lo tienen claro en Podemos. Lo tienen aún más claro en Izquierda Unida. Y lo mismo piensa en el núcleo duro de Anticapitalistas: el “ Eje del Mal “ para ese bloque la izquierda lo representan Manuela Carmena e Iñigo Errejón.
La actual alcaldesa por su decisivo papel para que sus seis concejales favoritos con Rita Maestre a la cabeza abandonasen la disciplina de Podemos y se olvidaran de los Estatutos que ellos mismos habían aprobado.
El ex número dos de la organización por su deserción electoral para pasar a encabezar la nueva “Más Madrid”, convirtiendo lo que creían marca ganadora frente a un disminuido Podemos en su propia garantía de futuro.
Las elecciones generales les han quitado la razón. Una y otro han producido una división difícil de explicar y más difícil de olvidar en las estructuras políticas que salieron del 15-M.
A la izquierda del PSOE y tras la posición de Carmena y su socio Errejón se van a presentar hasta nueve siglas con otros tantos candidatos al frente. Hubo desbandada del Podemos que se creía caminaba hacia su extinción, y a Más Madrid se sumaron en esa corriente suicida el PCPE, Izquierda Hoy, Actúa, PACMA, Madrid en Pie, Ganemos, Partido Humanista. Siglas - la mayoría - que es más que difícil que consigan representación en la Asamblea madrileña o en el consistorio de la capital pero que dejarán que la guillotina de la Ley D´Hont corte cabezas y posibilidades de escaños.
Sin el paso dado por Manuela Carmena alejándose del Podemos que le había llevado a la alcaldía nada de eso habría sucedido. Pensó la alcaldesas, tras el escándalo del chalé de Iglesias y Montero y los enfrentamientos internos de la organización, que mantenerse como referencia de esas siglas le impediría repetir en el cargo. Puede que el temor estuviera fundado, pero la realidad tras el regreso a primera línea de Pablo Iglesias, es otra.
Iñigo Errejón, al igual que Carolina Bescansa y otros ex-dirigentes fundadores de Podemos, no estaba a gusto dentro del organigrama diseñado por Iglesias con la directa y crucial colaboración de su compañera sentimental y portavoz parlamentaria Irene Montero.
El ex-amigo, ex colaborador y ex número dos de la organización decidió “matar” al líder cuando se sintió apoyado y protegido por la alcaldesa y su equipo. Jugó y jugaron a enterrar al Podemos de Pablo Iglesias y compañía. Algo que ya ha sucedido cientos de veces en la izquierda española, capaz de multiplicarse en pequeños grupos hasta el infinito.
Sin alcaldía Manuela Carmena ya ha dicho que se marchará y es electoralmente imposible que Iñigo Errejón pueda ser presidente de la Autonomía. Ni siquiera portavoz y líder de la oposición. Su futuro estará más cerca del PSOE, si Pedro Sánchez y Angel Gabilondo lo aceptan, que de un regreso a la disciplina de Podemos. E incluso de puede encontrar con una oferta de cargo público por parte del ex rector de la Complutense si éste consigue llegar al sillón de la Puerta del Sol.
En política, como se ha vuelto a ver en Andalucía, la derrota te puede salvar más que una victoria si ésta no consigue el poder.
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