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Lo que Rajoy no hará y Cifuentes si
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Lo que Rajoy no hará y Cifuentes si

viernes 13 de abril de 2018, 23:33h
Si alguien esperaba, espera o cree que Mariano Rajoy va a pedir a Cristina Cifuentes que dimita es que no conoce al presidente del Gobierno. Eso no se va a producir. Nunca lo hará pues sería convertirse en verdugo de la presidenta de la Comunidad. Va cumplir con las palabras que adelantó la secretaria general del PP en Sevilla: “tenemos que defender a los nuestros”. Es lo que está haciendo el líder al afirmar que Cifuentes ha dado todas las explicaciones. Lo que no ha dicho y espera que se cumpla son otras tres frases, pertenecientes al presidente gallego, al ministro de Justicia y al coordinador de su partido: nadia está por encima de las siglas, y si la presidenta no ha dicho la verdad tendrá que asumir sus responsabilidades.

El torero Rafael Ortega, “El Gallo” dijo hace cien años una de esas frases que resumen lo que está pasando en Madrid y en el Partido Popular:” lo que no puede ser no puede ser y además es imposible”. Rajoy y el resto de la dirección de los populares espera que su compañera actue en consecuencia con esta reflexión antes de que termine este abril: “mi partido no puede perder el gobierno de la Comunidad madrileña, y lo perderá si sigo en mi puesto pues Ciudadanos no tiene posibilidad de dar marcha atrás tras pedir mi dimisión y fijar un plazo, debo sacrificarme por el bien de todos y lo único que espero es que se valore en el futuro mi sacrificio”.

He entrecomillado la frase no por haberla escuchado de los labios de la presidenta pero es una licencia literaria que se aproxima mucho a la verdad. Cifuentes quiso colocar en las manos de su líder la “pistola” o la “guillotina” que cortara su cabeza sabiendo que eso no iba a pasar. Conoce muy bien a Rajoy y sabe interpretar sus silencios, sus tiempos muertos y sus frases de apoyo que se deben traducir en mensajes directos: actua tú, con responsabilidad y generosidad con tu partido. Y ya sabes que tienes que hacer.

Y la presidenta acosada por la riada de datos sobre su master lo sabe pero aspira, quiere, busca un pacto sobre su futuro. Considera injusto que sea ella la que vaya a pagar por las prácticas, las malas prácticas de una Universidad que han utilizado otros muchos. Es así y también son muchos los que la “esperaban” para cobrarse sus venganzas personales, compañeros con los que ha trabajado durante años, “jefes” a los que ha sido leal durante años, pero a los que “cricificó” con demasiado ahinco cuando estallaron los escándalos de la Gurtel, la Púnica, Lezo...No hay peor enemigo que el de la propia casa.

Estamos en el tiempo de la negociación. No entre el PP y Ciudadanos, no entre Rajoy y Rivera, estamos en los días de la negociación entre Cospedal y Cifuentes, entre Maillo y Garrido, toda la dirección del PP buscando a la persona que mejor pueda llegar a la presidencia madrileña y mantener hasta junio de 2019 el poder del partido en uno de sus lugares emblemáticos. Y si todavía queda alguien entre los que tienen poder de decisión que sería mejor para los intereses del partido “obligar” a Ciudadanos a sumarse a la moción de censura del PSOE con Gabilondo, para así “denunciarle” ante el electorado de centroderecha y lograr que regresen los votos perdidos en los comicios autonómicos, municipales y generales, se equivoca.

Todo lo anterior es aplicable a lo que va a pasar en la Universidad Rey Juan Carlos. El intento del rector de limpiar con tibias suspensiones lo que ha pasado está condenado al fracaso. Deben irse todos los implicados, su situación no puede ser y además es imposible. Unos y otros tienen que pensar en un factor añadido que les amenaza en otro nivel: ya ha comenzado a actuar la justicia.