Ledesma y su compañero en ADADE, Mariano Benitez de Lugo, lo habían intendo en otras dos ocasiones, primero en febrero de 2016 y más tarde en octubre de ese mismo año. Ayer, tras ocho meses de juicio en el pabellón habilitado para el mismo en San Fernando de Henares, lo consiguieron. De los tres magistrados del tribunal, dos fallaron a favor de la presencia como testigo del presidente del gobierno, y uno el presidente y ponente se opuso. José Ricardo de Prada y Julio de Diego dijeron sí, Angel Hurtado dijo no, que es lo mismo que pedía la fiscal Concepción Nicolas y el abogado del estado, y por supuesto el defensor del PP y ex fiscal de la Audiencia Nacional, Jesús Santos.
Este jueces declarará como testigo Esperanza Aguirre y entre el 19 y el 20 de junio lo harán los ex secretarios generales de los populares Javier Arenas, Angel Acebes y Francisco Alvarez Cascos, y los dirigentes Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja. No hay fecha para que lo haga Mariano Rajoy que podría hacerlo por videoconferencia de la misma forma que lo hizo en 1991 Felipe González por el caso del secuestro por los GAL de Segundo Marey, o lo que hizo Artur Mas en 2014, si bien el íder socialista tubo que presentarse físicamente ante el Supremo por el mismo tema en 1998, cuando ya había abandonado el poder.Tendrá que decidirlo el tribunal, que podría obligar al jefe del gobierno a estar en la sala, que es en definitiva uno de los objetivos que busca la acusación particular.
La llamada " pena del telediario", la presencia de un lider delante de un tribunal es lo que querían evitar a toda costa en Moncloa y en la se de central del PP. La sorpresa por la aceptación del tribunal, tras dos negatives anteriores, les ha sorprendido. Y se temen que obliguen a Rajoy a desplazarse hasta San Fernando de Henares. Además y en plena campaña interna del PSOE, la decisión se aprovechará para convertir al presidente del gobierno en un elemento decisivo entre los tres aspirantes, sobre todo por parte del que fue apartado del liderazgo y convirtió el "no es no" en su propio y singular grito de guerra.
Javier Ledesma, que es hermano del que fue ministro de Justicia en el primer gobierno de Felipe González, y Mariano Benitez de Lugo nunca han ocultado su simpatía y su proximidad cuando no militancia por el PSOE. Lograron recusar a dos magistrados que iban a estar en el tribunal, Enrique López y Concepción Espejel por su "proximidad" con el PP. Ahora se han cambiado las tornas.
