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Las cremalleras de Madrid, problema para la izquierda
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Las cremalleras de Madrid, problema para la izquierda

jueves 28 de abril de 2016, 23:01h

Las listas madrileñas del 26 de junio vuelven a representar un problema para los partidos de la izquierda, sobre todo para el PSOE. De los 36 escaños que tiene la Comunidad en el Congreso, quince son mujeres y de ellas, ocho, cumplen con ese principio no escrito de alternancia en la lista. Cuatro en Podemos, tres en el PSOE y una en Unidad Popular. Las otras siete aparecen en las listas de PP y Ciudadanos pero a lo largo de las mismas.

En el PP y detrás de Mariano Rajoy, como segunda y tercera aparecen la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y la ministra de Agricultura Isabel García Tejerina. En los puestos octavo y noveno fueron María Teresa de Lara y Carmen Álvarez-Arenas, y en el once Mari Luz Bajo. El partido consiguió trece escaños y aunque en las futuras elecciones consiguiera los 22.441 votos se Vox volvería a repetir resultados. No hubo cremallera y es el partido que proporcionalmente menos mujeres llevó al Parlamento.

En la posible coalición de Podemos con Unidad Popular, las cremalleras volverán a estar aseguradas. De los ocho diputados que encabeza Pablo Iglesias, cuatro son mujeres con Carolina Bescansa como segunda, Irene Montero en cuarta posición, Tania Sánchez en sexto lugar y Belén Guerra cerrando la representación. Por el lado de Unidad Popular detrás de Alberto Garzón está Sol Sánchez. Mantener la alternancia no será un problema. Queda, si al final acuden juntos, colocar los puestos hasta el diez, que serán los diputados que consigan salvo sorpresas que se produzcan en campaña.

De los siete escaños de Ciudadanos, sólo dos son mujeres, Marta Rivera de la Cruz en el puesto tres y Patricia Isaura en el quinto. Para Albert Rivera la cremallera no existe y la proporcionalidad tampoco. Siempre, claro está, que miremos la realidad de los puestos de salida, algo que todos los partidos pueden tener sobre la mesa para las próximas elecciones. Ni con los 43.000 votos de UPyD la formación naranja obtendría más diputados.

En el Partido Socialista, Pedro Sánchez hizo una lista en diciembre a su medida sin tener en cuenta a la organización madrileña y a la estructura del PSM. Se trajo de Barcelona a Meritxell Batet y la colocó en segunda posición, y fichó a Irene Lozano y Zaida Cantera en los puestos cuarto y sexto. Pensaban llegar a los diez escaños pero el descalabro dejó a la comandante cerrando la representación. Para el inmediato futuro la retirada de Lozano y la casi segura presencia de Batet sustituyendo a Carme Chacón, que también se retira, en la lista de Barcelona, deja a Sánchez con la posibilidad de " recuperar" a Eduardo Madina y a José Enrique Serrano. Para ello deberá romper la cremallera y buscar dos nuevas candidatas. Lograr más escaños no parece que esté al alcance de los socialistas.

En diciembre, en la Comunidad de Madrid hubo en 2015 más votos y menos abstención que cuatro años antes. Votaron 3.621.374 madrileños, doscientos veinticinco mil más que en 2011. Lo que ocurrió y ya es historia es que el PP perdió 500.000 votos, el PSOE perdió 230.000, UPyD se dejó 300.000 e Izquierda Unida 80.000. Es lo que ganaron Podemos y Ciudadanos. Sirven estas cifras para comprobar que va a ser muy difícil que se incrementen los votantes y que hubiera una abstención que perjudicara al Partido Popular.

Es más que probable que los resultados que salgan de las urnas el 26 de junio mantengan la misma distribución que las cuatro grandes fuerzas lograron el 20 de diciembre. Los 36 escaños mantendrán los colores del azul al morado pasando por el rojo y el naranja. Y las sumas de derechas e izquierdas seguirán igual. Los cambios estarán en otros territorios.