Tras los resultados del mes de mayo en los comicios autonómicos y municipales el papel de María Dolores Cospedal estaba en entredicho. Sus peleas y diferencias con la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría parecía que se habían decantado a favor de la numero dos del gobierno y que su carrera como dirigente popular tendría que circunscribirse a Castilla la Mancha.
Es en su territorio donde el PP mejoró sus resultado en el mes de diciembre respecto a mayo en 35.000 votos, al contrario que el PSOE que perdió 60.000 votos entre una elección y otra, si bien los socialistas mantuvieron sus siete escaños de 2011 mientras que los populares perdían cuatro, de los que tres iban a Ciudadanos y uno a Podemos pese s que ambas formaciones prácticamente lograban los mismos sufragios. Piruetas de la Ley D'Hont.
Cambiado su escaño en las Cortes regionales por uno en el Congreso logrado en la provincia de Toledo, Cospedal vuelve a tener mando en plaza como segunda de Rajoy en el partido toda vez que su puesto de secretaria general va a durar más de los previstos por ella misma, que pensaba dejarlo en el futuro Congreso del PP, cita que va a retrasarse unos meses por la casi segura nueva cita con las urnas.
En Castilla la Mancha loa dirigentes del PP están convencidos de que su presidenta regional se va a mantener en ese puesto ya que, como pasa en todos los partidos, el poder territorial es fundamental cuando de cambios y enfrentamientos internos se trata.
Desde su puesto autonómico asegurado, Cospedal tiene que gerenciar en este 2016 tres citas electorales de la máxima importancia; una nuevas generales con la posibilidad de que el PP mejore de forma importante sus resultados; una convocatoria muy complicada en el País Vasco con la posibilidad de que el actual ministro de Sanidad encabece las listas populares dada su condición de antiguo alcalde de Vitoria y hoy por hoy líder de su partido en la autonomía tras la caída de Arantxa Quiroga; y otras elecciones en Galicia a finales de año y en las que el futuro de Núñez Feijóo estará en juego, tanto si encabeza la oferta popular, que es lo más probable como si deja paso a otro compañero de partido.
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