La `tarjeta black´de Moral Santín, un homenaje a la gastronomía

El ex vicepresidente de Caja Madrid José Antonio Moral Santín ha aportado al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu un total de 34 facturas cargadas a su 'tarjeta black' entre 1986 y 1996 para probar que durante la presidencia de Jaime Terceiro "nunca" se "fiscalizaban" ni "controlaban" los gastos.

En el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, Moral Santín defiende que las tarjeta formaba parte de su paquete retributivo como consejero de la caja madrileña y acusa a Bankia de ofrecer al juzgado un informe "parcial, erróneo y con evidentes omisiones" sobre el uso de los plásticos en Caja Madrid.

A este respecto, advierte de que Bankia no estaba autorizada para "utilizar y difundir" la información que custodiaba sobre la utilización de estas 'visa' en Caja Madrid y que, sin embargo, tanto ella como el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) lo han hecho de forma "ilícita", lo que "ha de traer la ineludible consecuencia que señala el artículo 11 de la LOPJ --que dice que no surtirán efecto las pruebas obtenidas violentando derechos o con abuso de derecho--, al margen de otras posibles responsabilidades por incumplimiento, casi seguro, de la Ley de Protección de Datos".

En este sentido, critica que se haya dado valor de prueba a "una hoja de Excel presentada, no por un organismo independiente o de cáracter oficial, sino por la propia acusación que se atribuye la condición de perjudicado".

RODABALLO, PULPO, CABRITO O SORBETE CON LA `BLACK´

Dicho esto, Moral Santín adjunta al juzgado una serie de recibos para desmentir el testimonio que prestó el expresidente Jaime Terceiro cuando aseguró que durante su mandato siempre se pedía detalle y justificante de los gastos realizados por los consejeros. Además, asegura que podían utilizar la tarjeta fuera del horario laboral y defiende que los conceptos obedecieron a su tarea profesional.

En concreto, utilizó la tarjeta para consumir rodaballos a la plancha, besugo, mero, pulpo a feira, chipirones, fabada, chuletitas de cordero, manitas, "croquetas de la abuela", cabrito asado, orujo, vino albariño o sorbete de limón al cava, aunque tampoco faltan postres como profiteroles, natillas o arroz con leche.

Las facturas, que rondan las 740.000 pesetas --unos 4.400 euros--, fueron emitidas por restaurantes como Arce, El Montecillo, La Máquina, Las Cuatro Estaciones, Parrillón, El Bodegón, Atica, O'Grelo, Vatel, Porto Marin, Moaña, Café de Oriente, L'Albufera, El Asador La Dehesa, El Maiuelo, La Gastroteca de Stepháne y Arturo, Portonovo, Los Remos o La Ancha. Además, cargó 59.309 pesetas en La Casa del Libro.

Además, pone de relieve que las tarjetas emitidas a favor de los consejeros de Caja Madrid fueron "debidamente" autorizadas por los órganos competentes y que el presidente recibió esta delegación por parte del Consejo de Administración, según reza su acta del 24 de mayo de 1988, que refleja que servían para "cubrir al menos los costes en que se incurre por el ejercicio de su función".

En este contexto, Moral Santín, a quien el juez impuso una fianza civil de 610.000 euros, asegura que cumplió el uso previsto por el Consejo --utilizarla para gastos de representación de libre disposición-- y que la tarjeta estaba soportada por el correspondiente contrato, que permitía a su titular, la caja, "rechazar cuantos gastos considerara improcedentes, cosa que no realizó jamás".

Andreu imputó en enero a 79 antiguos miembros del consejo de administración y exdirectivos de Caja Madrid, integrada desde 2011 en Bankia, por el uso que hicieron de las 'tarjetas black', en la que se cargaron en gastos personales por valor de 15,5 millones de euros entre 1999 y 2012. En la causa también están imputados los expresidentes de Caja Madrid Miguel Blesa y Rodrigo Rato y el exdirector financiero de la entidad Ildefonso Sánchez Barcoj.