Gómez "indignado" por ZP: Fue excluido de la `foto´ de González y Sánchez

El exsecretario general del PSM, Tomás Gómez, ha señalado este jueves que "muchos socialistas" se han sentido "sorprendidos, dolidos e indignados" con el trato que se le dio al expresidente de Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en la convención que el PSOE celebró el pasado domingo, donde estuvo en un segundo plano mientras que la 'foto' la protagonizaron el también expresidente Felipe González y al secretario general, Pedro Sánchez.

Tras señalar en un artículo de opinión en 'La Razón', recogido por Europa Press, que el respeto a las personas y a los símbolos es una característica de la civilización, ha señalado que "maltratar los símbolos es el primer paso para después maltratar las ideas, los valores, y finalmente a las personas".

Para Gómez, tanto Felipe González como Zapatero forman parte de los "símbolos del socialismo español" en los que "todos" los socialistas se reconocen. "Esa es la razón por la que muchos socialistas se han sentido sorprendidos, dolidos e indignados con el trato que se le ha dado al presidente Zapatero en la conferencia del pasado fin de semana", ha aseverado.

A su juicio, "mal" harán los socialistas si niegan la "consideración y el reconocimiento" a quienes les han representado. "No sólo porque nos estaremos negando a nosotros mismos sino porque estaremos quebrando nuestra cultura", ha considerado.

En este sentido, ha destacado que los socialistas han construido un "acervo de valores que se sustancian en la lealtad, el respeto y la responsabilidad" y, en su opinión, "no es más leal el que se somete a un superior jerárquico cuando es poderoso y le desprecia y le aparta cuando abandona la jefatura".

Por el contrario, para Gómez la lealtad pasa por debatir con este superior "las contradicciones que deben ser resueltas democráticamente" y respetar es "reconocer el liderazgo que encarna el proyecto político, en tanto ostenta el poder como si deja de tenerlo", ha apuntado.

En la misma línea, ha hablado de que cualquier gobierno, ya sea de una institución o de una organización cualquiera, "requiere de sus responsables cierta discrecionalidad a la hora de actuar y tomar decisiones". "Ahora bien, la línea que separa la discrecionalidad de la arbitrariedad es muy delgada y entraña muchos peligros", considera Gómez.

En opinión del socialista, quien ostenta el poder "puede verse tentando a situarse por encima de la norma que es de obligado cumplimiento para los demás". "Entramos en el campo de la arbitrariedad y del capricho, que es enemigo principal de la libertad", ha apuntado.